Hay
muchas cosas del actual estado político social que sufrimos en esta España, que
no puedo digerir por más que lo intento.
La primera es que esta España
nuestra, el país que muchos patriotas de pacotilla mencionan empalagosamente
mientras desvalijan las arcas del Estado, o del Ayuntamiento, o de la Comunidad
Autónoma que les toca sufrirlos, es el único Estado, supuestamente moderno y
democrático, que 40 años después, no ha hecho justicia con los crímenes de la
dictadura de Franco, y ni Europa, ni la ONU, ni ningún otro país u organismo
internacional le ha forzado a que lo haga sin demora, todo lo contrario, la
Justicia Universal en España no tiene aplicación, y parece que los mismos que ayudaron
al triunfo del Golpe de Estado y posteriormente bendijeron la dictadura
franquista, es decir, Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos,
el Vaticano y la ONU, ahora hacen la vista gorda para no desentonar con el
torticero pasado de sus antecesores.
Antonio Machado. De mi colección de adhesivos de la
transición
Los medios más interesados y manipuladores,
bautizaron a los protagonistas del pacto de la transición española, como “Padres
de la Constitución democrática”, cuando deberían de haberles calificado como
“Padres de la continuación franquista”, la podredumbre institucional que
sufrimos en la actualidad tiene su origen ahí, en las inconmensurables concesiones
que los “negociadores”, supuestamente democráticos, otorgaron a los defensores
de la dictadura, por lo que pasamos del franquismo al postfranquismo, una democracia
más virtual que real.
De hecho, la monarquía, que es un
sistema hereditario, y por lo tanto antidemocrático, es una de las podridas
herencias que nos dejó el dictador Franco, y a la que los partidos más
corruptos, PP, PSOE, y Cs bendicen, apuntalan y rinden pleitesía contra viento
y marea, por lo que nunca se escucha al monarca condenar la corrupción
institucional generalizada que sufrimos, sino todo lo contrario. Para ejemplo,
solo hay que ver el tratamiento judicial que ha tenido el Caso Noos, y los
numerosos procesos judiciales a twitteros y humoristas gráficos en los últimos
tiempos, y tampoco nos podemos sustraer a los informes de Corina, sobre las patrióticas
cuentas en paraísos fiscales del Rey Emérito, cazador de elefantes y conejos,
que tanto el PP como el PSOE, sin disimulos ni complejos de complicidad
antidemocrática, justifican sumisamente en franca comunión de intereses.
La inviolabilidad del Rey es anacrónica,
pero aquí exigen su cumplimiento el trío de reaccionarios PPSOECs. Los
corruptos y la derecha más recalcitrante, prietas la filas, en respaldo del
imperecedero símbolo de la corrupción.
La calidad democrática actual queda en
entredicho también, viendo pasear tranquilamente por las calles de Madrid a Antonio
González Pacheco “Billy el Niño”, uno de los más sádicos torturadores de la
dictadura, que además, 40 años después, lleva en su nómina democrática, un
complemento salarial por las condecoraciones que le impuso el régimen de terror
por sus “servicios a la patria”.
Dibujo: Francisco Atanasio Hernández
La llamada amnistía de la transición, significó
en realidad el perdón a los crímenes de la dictadura, pues hay que recordar que
los últimos fusilados del franquismo, sin las más mínimas garantías procesales,
y sacando las declaraciones de culpabilidad por medio de torturas, se ejecutaron
en septiembre de 1975, algo menos de dos meses antes de la muerte del dictador
en su cama.
En la actualidad, ni siquiera hay
intención de anular las miles de injustas y prevaricadoras sentencias de muerte
que se emitieron entonces.
La fundación Francisco Franco rinde
honores y memoria eterna a un genocida, cuyo mantenimiento pagamos todos los
españoles con nuestros impuestos, algo impensable en cualquier otro país
democrático que se precie de Estado de Derecho, y en su momento, ni el Registro
de Asociaciones, ni los partidos políticos “negociadores de la transición”, ni
el Poder Judicial, pusieron objeción alguna a su creación, es más, parece ser
que la fundación está blindada porque nadie quiere ilegalizarla.
En España, se sigue haciendo apología
del Terrorismo de Estado y se rinden honores a los criminales con total
impunidad y absoluto desprecio a la ciudadanía.
La actual Ley de Memoria Histórica,
puesta en vigor treinta años después de aprobada la Constitución democrática,
es poco menos que una burla a la sociedad, porque en la mayoría de los casos no
se puede hacer cumplir, ya que siempre hay alguna organización franquista, una
institución, o un juez que paraliza su ejecución. Así ha sucedido y continúa
sucediendo con numerosos monumentos franquistas, incluidos los restos del
dictador que hay enterrados en el Valle de los Caídos.
Por otro lado, muchos de los grupos de
trabajo y comisiones municipales para la aplicación de la Ley de Memoria
Histórica, están compuestas en su mayoría por personas de orientación conservadora
y religiosa, y se dedican a poner todas las trabas posibles, por lo que muchas
calles y monumentos dedicados a reconocidos franquistas siguen recordando a
personajes infames, y algunos partidos que se proclaman de izquierdas y progres
callan por intereses partidistas y electorales inconfesables, como sucede en
Cartagena y algunas de sus diputaciones como Alumbres, donde los pactos municipales
entre partidos hacen imposible la retirada de símbolos franquistas.
La AVT (Asociación de Víctimas del
Terrorismo), solo reconoce como terrorismo a las 830 víctimas de ETA, que ellos
mismos cuantifican, los aproximadamente 200.000 asesinados del franquismo no están
considerados como víctimas del terrorismo, ni tampoco la treintena de víctimas
que ocasionó el Terrorismo de Estado durante los Gobiernos de Felipe González
por medio del GAL.
Hay una frase inquietante y farisea,
que abre la herida cada vez que la pronuncian los mismos que en la transición
pedían a la sociedad “reconciliación” y perdón para los golpistas, asesinos,
torturadores, malversadores, y prevaricadores del franquismo, “Ni olvido ni
perdono” y se agarran a ella como si la venganza viniera en las sagradas escrituras,
pero cuando se les habla de hacer justicia con las víctimas del franquismo, se
contradicen deshonestamente, alegando que remover el pasado es un intento de
revancha, lo suyo no lo consideran revancha, seguramente porque está bendecido.
Si de verdad en España disfrutáramos
de una democracia, si este país fuera un Estado de Derecho, si hubiera justicia
en España, estoy convencido de que se hablaría menos del franquismo, porque
hace muchos, muchos años que se habrían retirado los símbolos franquistas de
las calles y lugares públicos, y tampoco habría una Fundación que recuerde a un
golpista y sanguinario criminal, y si existiera la AVT, estaría compuesta por
personas de los tres grupos afectados, víctimas del franquismo, de ETA y del
GAL, y nadie pronunciaría la vengativa y cínica frase “Ni olvido ni perdono”.
Fuentes
Libros
-Manuel Tuñón de Lara. España bajo la dictadura franquista 1939-1975
-Manuel Tuñón de Lara. Transición y democracia 1973-1985
-Francisco Atanasio Hernández. El conductor de ciegos pone su escuela en Moncloa.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres algunas historias pendientes.
Documentos
-Francisco Atanasio Hernández. La represión franquista en Alumbres (artículo publicado en prensa digital)
-Constitución española.
Fotos
-Francisco Atanasio Hernández.
Dibujos
-Francisco Atanasio Hernández.
Adhesivo
Antonio Machado. De mi colección particular de pegatinas.
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