Después del batacazo electoral que la
supuesta izquierda andaluza se ha dado, esperaba que algunos líderes dejaran
sus cargos y se fueran a trabajar a otros lugares donde hagan menos daño a la
sociedad, pero todos entonan la cantinela de siempre “hemos cometido errores,
pero ahora más que nunca tenemos que seguir”.
Sin embargo, la gente cada vez es menos
tonta, los analfabetos profundos son un grupo residual con los que
prácticamente no se cuenta, y los ciudadanos actuales han llegado a la
conclusión de que si tienen que elegir entre la copia y el original optan por
el original. Así que no le deis más vueltas sesudos politólogos y fariseos de
izquierdas.
Está claro que a la derecha se llega
por la izquierda, los impostores de toda laya brillan en los escenarios políticos
populares empujados por grupos afines muy bien organizados, cuyo principal fin,
es el de ocupar cargos y convertir en profesión lo mejor remunerada posible, lo que tendría que ser
una vocación de servir a la sociedad puramente altruista.
Hasta ahora, en los últimos cuarenta años
seudodemocráticos, cuando gobernó la
derecha, se recortaron derechos y salarios, y cuando lo hizo el PSOE, que han
sido más de 20 años, el partido que más tiempo ha gobernado este país, después
de prometer cambiar todo lo malo que hubiera hecho la derecha por un futuro
prometedor, llegó la frustración a los corazones, a los bolsillos y a los
estómagos de los más necesitados, porque entonces, todo lo que prometieron lo
justificaron con que no se podía realizar, se metió en el baúl del olvido y
punto.
La Asamblea Regional el 3 de febrero de 1992, incendiada por unos delincuentes para culpar a los trabajadores.
La última está caliente todavía, para
derrotar a Rajoy en las urnas, prometieron derogar la Ley Mordaza, la criminal
y medievalista contra reforma laboral de Rajoy, iban a reformar la Constitución,
a sacar a Franco del Valle de Los Caídos antes de Navidad (pero como con los
franquistas son muy respetuosos y educados…, ya quisiéramos los demás
ciudadanos haber sido igual de respetados que los fascistas), en España hay políticos
en la cárcel, acusados de rebelión, sedición y malversación, sin usar una sola
arma, solo por poner las urnas a la población para que vote, todo porque el
PSOE fue el principal cómplice del gobierno derechista de Rajoy en la
aplicación del artículo 155 en Cataluña y la consiguiente disolución del
Parlamento democráticamente elegido por los catalanes, pero dicen que España es
un Estado de Derecho.
Alguien ha visto alguna vez que un
fiscal hubiera acusado de malversación a alguno de tantos y tantos acusados del
PP o del PSOE por gastar dinero público en macroproyectos que luego no
sirvieron para nada, por ejemplo, la Ciudad de la Justicia en Madrid, el aeropuerto de Corvera, etc., no recuerdo a
nadie, pero sí ven delito en gastar dinero para poner urnas en Cataluña.
Solo faltaba la jugarreta del Tribunal
Supremo, revisando una sentencia sobre los gastos de las hipotecas para
favorecer a los bancos, y el posterior pasteleo entre el PSOE y el PP
designando al Presidente del Tribunal Supremo para dejar claro en qué sistema
político antidemocrático vivimos.
Pero todo eso no ha sido bastante para
que el otro partido que se postula como la alternativa de izquierdas, es decir
Podemos, sea el socio y el albacea a la vez, que tapa la porquería del que aún
tiene la indecencia de portar las siglas de socialista y de obrero.
Podemos, que apareció en el mapa
político aupado por las clases populares en asambleas, y con la vocación de
ocupar un puesto determinante en el arco parlamentario, hoy, no sé cuantos
sillones ocupados después está muy alejado de ella, y sigue siendo la jaula de grillos que
anteriormente protagonizó IU. Los actuales problemas que aparecen de cuando en
cuando en sus filas en diversas zonas del país, unas veces en Madrid, y otras
en Cantarranas, solo es por los sillones, y me recuerdan a aquel indecente PDNI
cuyos miembros se transfugaron de IU al PSOE a cambio de importantísimos cargos,
en la organización del partido y en los diferentes parlamentos.
Por otro lado, dónde han estado los
sindicatos todos estos años de crisis criminal en el que tantas y tantas
familias han padecido los efectos sin que nada ni nadie haya hecho algo para
evitarlos. Los sindicatos, paniaguados con el Gobierno y la patronal reciben
sustanciosas subvenciones como para que el soborno surta su efecto, y ahora,
una vez más, justifican que no se vaya a abolir la reforma laboral de los
contratos basura y los sueldos de miseria.
La pregunta es, en qué se diferencia el
neoverticalismo actual con el verticalismo del franquismo, que cuando los
trabajadores han tenido problemas estuvieron desaparecidos, mientras
disfrutaban de las suculentas subvenciones y prebendas que reciben de unos y
otros padrinos.
Claro que hay que tener en cuenta que estas
son las principales fuentes de votos de las fuerzas políticas que se llaman de
izquierdas, por lo que los intereses son comunes, y a la clientela nunca se les
cuestiona, como es fácil de entender en el Estado de la Corrupción.
Unos y otros ya no se acuerdan, o no
quieren tenerlo en cuenta, de que a lo largo de estos cuarenta años, tanto el
PSOE como IU y ahora Podemos, han estado echando de sus filas a las pocas
personas honradas que se acercaban a ellas, no fuese a ser que les quitaran el
sillón.
Tema tabú para las formaciones de
izquierdas es la inmigración, ya sea legal o ilegal, y no es lo mismo una cosa
que otra, pero cómo quieren que los ciudadanos de a pie se muestren de acuerdo
en aceptar todo tipo de inmigrantes, en una situación en la que hay más de tres
millones de parados, más los que ya no van a las oficinas del paro porque han
perdido la esperanza de encontrar trabajo, de ellos, la inmensa mayoría jóvenes
que carecen de futuro y se mantienen gracias a la paga de jubilación de los
padres, y los que trabajan viven un infierno laboral indeseable, contratos
basura, sueldos del Medievo, y eso, el que tiene la suerte de que el empresario
le pague su salario.
En otro tiempo, el llamado Tercer Mundo
era ayudado por organismos internacionales para que explotaran sus propios
recursos y salieran adelante, pero desde hace unos años, la voracidad del poder
financiero le ha dado la vuelta y le ha encontrado más rentabilidad fomentando
la inmigración y abaratando los salarios de los países receptores, con lo que
multiplica sustancialmente sus beneficios y el número de pobres.
Los de mi generación luchamos por un
mundo mejor, no sólo para nosotros, también tuvimos en mente a las generaciones
venideras, pero la actual casta de políticos podridos, de una y otra tendencia,
se lo han robado todo y les han condenado a vivir como esclavos.
Sí, la izquierda, unos se llaman
socialistas y otros incluso comunistas, han mostrado sentimientos cristianos de
primer orden, porque eso es lo que principalmente quieren parecer a ojos del mundo, acogiendo a todos los
inmigrantes, pero se han olvidado de los perniciosos efectos que producía en la
población española, pues ahí tenéis los resultados, la ultraderecha en el
parlamento andaluz y que pare ahí.
Las protestas en la calle ahora por
los indeseables resultados electorales, me parece un ejercicio de cinismo
propio de la catadura moral de los dirigentes políticos actuales.
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