Rogelio en su casa-museo
Rogelio nació en Camariñas en 1941, un pueblo
de La Coruña, pero vivió en La Unión desde 1943, y desde hacía muchos años era un
coleccionista empedernido de útiles variados que fue ordenando como mejor supo
y pudo en su casa.
Hace tan
solo unos días fallecía Rogelio a los 79 años de edad, con quien compartí
muchos momentos de mi vida, unos buenos y otros menos, y no he podido evitar la
tentación de realizarle éste pequeño homenaje a quien considero un hombre
bueno, que dedicó la mayor parte de su vida a la ingrata actividad de luchar
por mejorar la vida de los trabajadores.
Y lo
despedimos para siempre el 11 de marzo, precisamente el día en que se cumplían
32 años de mi matrimonio con Dami, y ese día, él estuvo allí, celebrándolo con
nosotros y alegrándonos el momento con su natural jovialidad y además realizó
las fotos que guardo de mi boda. Hoy en cambio, ha sido un día triste para
nosotros porque le hemos dicho el último adiós.
Con Rogelio el día de mi boda 11-3-1988
Para mí, un amigo
entrañable con quien tengo innumerables recuerdos, tanto en nuestra común etapa
sindical y política de la transición, durante la fundación y desarrollo del
Sindicato Unitario y la ORT, como de nuestra larga amistad de más de 40 años.
No cabe duda
de que Rogelio fue un luchador incansable que supo estar donde debía en cada
momento, y en la mayor parte de su actividad política y sindical fue coherente
con sus ideas, aunque como humano pudo errar en algún que otro caso aislado.
Entrevista en La Verdad
Rogelio era
zapatero, oficio heredado de su padre, y muy joven comenzó su actividad social
y política como militante de HOAC, después cambió de profesión.
A mediados de 1960 oficiaba en
Alumbres Francisco Clemente, y yo que participaba en reuniones de la JOC junto
a un buen número de muchachos y muchachas
de la época, veía llegar a Rogelio Mouzo en su moto para asistir a reuniones de
la HOAC en casa del cura, con algunos adultos del pueblo y otros de fuera como
José Luis Paternas, Pepe Ros y Antonio Árbol, estos dos últimos también se
fueron al otro mundo hace tiempo.
Años más tarde volví a encontrarme con
él, concretamente en 1976, coincidiendo con la huelga de un mes que mantuvimos
los trabajadores de ASUR, y desde entonces estuve ligado a las mismas
organizaciones donde realizamos la mayor parte de nuestra actividad política y
social de la transición, el S.U. y la ORT.
Carné provisional del S.U. 1976. Archivo personal
Periódico del S.U. Archivo personal
En 1976 la corriente mayoritaria de
las antiguas y asamblearias CCOO, decidió transformarse en sindicato y las
organizaciones minoritarias que no estuvieron de acuerdo se escindieron y
fundaron otros sindicatos, por eso en 1977 se fundó el S.U., en cuya obra tuve
el honor de participar junto a Rogelio y otros, tanto en el Congreso de
Constitución Confederal como en la organización Regional, en la Local de Cartagena y
en la organización de Químicas.
Candidatura de la Agrupación Electoral de Trabajadores. Archivo personal
Adhesivo de la candidatura. Archivo personal
El período que va de 1976 a 1980,
fue de una actividad política y social muy intensa, repleta de entusiasmo para
aquellos que sabíamos que tenía que haber un profundo cambio en el régimen
político. Se realizaban asambleas casi a diario, en los centros de trabajo, en
los incipientes sindicatos y en las iglesias, además de reuniones de partidos
en casas particulares, y manifestaciones sin autorización, cuyo centro de
reunión era habitualmente la Plaza de España con la disolución posterior por
los grises.
El 14 de abril de 1977, militantes
de la ORT, formando grupos numerosos, salimos a la calle desde diferentes
puntos del país, portando banderas republicanas y propaganda del mismo signo, y
en Cartagena partimos desde la plaza de la Universidad, pero cien metros más
arriba, en la calle Sor Francisca Armendáriz, la policía nos detuvo a 17, entre
los que recuerdo a Rogelio, A. Montoya, Pablo, Pepe, José María, Juan, Antonio,
Ita… Estuvimos detenidos 48 horas.
La Verdad 15-4-1977
En el proceso electoral de 1977, la
ORT se presentaba como Agrupación Electoral de Trabajadores, y aunque en la
Región la lista la encabezaban José Antonio Piñero y Rogelio Mouzo, no obtuvo
representación, ni en Murcia ni en ninguna otra región, luego, en las
elecciones Municipales de 1979 tampoco hubo mucha suerte y la representación
obtenida por el partido fue testimonial.
Periódico del S. U. Archivo personal
De los resultados negativos surgió
la alternativa de engrosar las filas del PSOE, por lo que en junio de 1980 se
realizó una Conferencia Regional, de la que salió una fuerte escisión
encabezada por algunos dirigentes como José Antonio Piñero, que poco después
sería Concejal por el PSOE. Pronto se pasaron al Partido Socialista dirigentes
nacionales como Paca Sauquillo y otros, y algo más tarde José Sanroma Aldea.
Rogelio en cambio prefirió dar por
terminada su etapa política, y otros seguimos el mismo camino, aunque en alguna
que otra ocasión hemos colaborado con ciertas opciones políticas que nos
parecieron útiles.
Después hemos seguido manteniendo
nuestra amistad fraguada en la lucha, y en estos últimos 40 años compartimos
momentos mucho más agradables que los de la política en la transición, he
asistido a la boda de algunos de sus hijos y él asistió a mi boda con Dami en
1988.
A finales de los 90 asistimos a una
cena de antiguos militantes en la que nuevamente se intentó que Rogelio y otros
engrosáramos las filas del PSOE, pero
Rogelio habló por la mayoría y dijo que seguía siendo amigo de todos,
pero que estaba muy bien lejos de la política.
Como nuestra comarca es pequeña,
inevitablemente nos hemos encontrado en muchos eventos sociales, incluida la
presentación de algún libro, nuestro o ajeno, incluso hemos colaborado
mutuamente con documentación o fotos para nuestros escritos.
Rogelio era un hombre activo, autodidacta y capacitado como pocos, una esponja para el conocimiento y
para el que nada resultaba imposible, por lo que hay que calificar como
muy importante el legado histórico y cultural que ha dejado sobre la minería en
el archivo digital de su blog http://Crónicasmineras.blogspot.com
No
obstante también publicó algunas obras de interés impresas en papel, siempre
teniendo a La Unión como telón de fondo, “El Minero” Manolo García Tortosa; La
Manga Club 1972-1997; Roche, el campo, la mina y la obra, vivencias de un
unionense.
Libros publicados por Rogelio
Este es uno de
los antiguos amigos con los que aún tenía el gusto de poder comunicarme, y no
importaba ni el tiempo que hacía de la última vez, ni lo que hiciéramos cada
cual en nuestras vidas, nos estimábamos y respetábamos íntegramente, por lo
que el 16 de septiembre de 2014 realicé
una visita a su casa museo y pude charlar con él de temas variados como
siempre, y echarle unas fotos al impresionante archivo e innumerable material
minero acumulado a lo largo de los años.
Podíamos haber elegido un café para
vernos, pero en personas activas como Rogelio, no hay mejor lugar que el del
“trabajo vocacional”, que no hay que confundir con el lugar de donde se
obtienen recursos económicos. Sin embargo, ambos pasamos un buen rato en su
casa museo, donde cuesta trabajo andar entre cachivaches y útiles mineros de
todos los tiempos y libros y archivos que ocupan numerosas estanterías y todo
el espacio disponible de las varias habitaciones con que cuenta la vivienda.
De la casa museo de Rogelio. Fotos: Fº. Atanasio Hernández
Su incansable actividad propició una satisfacción inesperada:
"El
Exmo. Ayuntamiento de La Unión, en la sesión ordinaria del 29 de julio de 2010
acordó concederle el título de: CIUDADANO HONORARIO DE LA UNIÓN a D. Rogelio
Mouzo Pagán, en reconocimiento a su incansable tarea de investigación y
divulgación de nuestra Historia y de nuestra Cultura”.
El mencionado título le fue
entregado por el Alcalde D. Francisco Bernabé Pérez el 8 de noviembre de 2010.
Rogelio recogiendo su título de manos de Bernabé. Foto: crónicasminerras.blogspot.com Por último, quiero dedicarle el siguiente poema que escribí hace muchos años.
EN LA SIERRA POLVORIENTA DE LA UNIÓN
Yo tenía diez amigos
que plantaban fantasías en los cerros
de la sierra polvorienta de La Unión.
Y allá donde los aires de miseria y sequedad
se perdían de la vista en el tórrido horizonte
ellos veían vergeles de abundancia y de riqueza.
Un día, uno soñó que era libre como el viento
y un enérgico torbellino lo absorbió
hasta sus agitadas entrañas.
Otros se empeñaron en trepar hasta las nubes
y en sus cumbres construyeron sus nidos convencionales
sobre los cimientos de algodonoso cristal.
Una noche de luna llena el mar bramaba
a los pies de mis amigos misteriosamente
y algunos se diluyeron en sus profundidades.
Muchos días me acerco al mar acongojado
y platico con las olas y con la brisa marina
y a veces, unas nubes pasajeras me saludan al pasar
y dejan caer algunas refrescantes gotas sobre mí.
Rogelio y yo siempre mantuvimos una
sincera relación de amistad y respeto y nunca lo voy a olvidar.
Hasta
siempre amigo Rogelio
D.E.P.
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