El fútbol de Alumbres en los años 20.
Por lo
visto, después de haber participado en la
realización de los cimientos de la actual estructura futbolística
española, la propia naturaleza de los jugadores del pueblo, que en la mayoría
de los casos, aunque jóvenes, debieron de simultanear la afición al deporte con
duras jornadas de trabajo, así como la escasez de jugadores porque el pueblo
siempre fue pequeño, entre unas y otras razones debieron de condicionar y
mucho, el futuro futbolístico de Alumbres, de manera que lo más razonable pudo
ser no federarse, aunque a este respecto hay que tener en cuenta que la
Federación Murciana de Fútbol no se constituye hasta 1924, y la Liga Nacional
de Fútbol no comienza su andadura hasta 1929.
Ésta década
se caracteriza por ser una etapa de fomento y desarrollo espectacular de la
práctica del fútbol en Alumbres, de manera que por esos años se ha verificado
la existencia de varios clubes diferentes de fútbol en el pueblo, si bien hay
que decir también que de duración efímera. Es posible incluso que además del
aspecto puramente deportivo y de diversión de los organizadores, hubiera
también una importante disputa entre los dirigentes de los equipos para hacerse
con el conjunto de futbolistas que obtuviera más éxitos y mejor representara al
pueblo, al menos, esa es una de las conclusiones a las que yo he podido
llegar.
Equipos de
adultos: Alumbres F.C., Club Levantino, C.D. Alumbres, Envidiables F.C.,
Minerva F.C., Invencibles.
Equipo del Minerva que jugó en la inauguración del Secante. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
No hay que
olvidar que es en esta época en la que coexisten en Alumbres la Sociedad Obrera
“La Envidiable”, y la “Sociedad de Fomento y Cultura Minerva”, cada una de las
cuales crea su propio equipo de fútbol y dispone de su propio campo. La
Envidiable juega en la zona de La Hoya, donde están actualmente las viviendas
conocidas como “Los Chalet”, y el Minerva en El Secante.
En las informaciones deportivas que
he podido rescatar de 1924, ya aparecen en las alineaciones de los equipos del
pueblo, Club Levantino, Alumbres F.C. y Minerva F.C. los hermanos García
Heredia, Fulgencio, Pedro y Antonio, sin duda jugadores destacados de esta
época.
Los
hermanos Fulgencio y Pedro García Heredia, que por esas fechas tenían 24 y 20
años respectivamente, junto con su hermano menor Antonio de 18 años fueron
fichados por el Cartagena F.C. de 1ª Categoría el 27 de julio de 1925, y así
constaron en la Federación Regional
Murciana de Foot-Ball de 1925, con licencia federativa nº 6523 para
Fulgencio; 6522 Para Pedro y 6521 Para Antonio. Antes jugaron con los
diferentes equipos del pueblo, Club Levantino, C.D. Alumbres, Alumbres F.C. Y
Minerva F.C. donde destacaron por su calidad, y cuando no jugaban con su equipo
de Cartagena lo hacían con el del pueblo.
Sin
duda alguna, estos son los primeros jugadores alumbreños que se conoce que
estuvieran federados, y los primeros que tuvieron el privilegio de formalizar
ficha con el 1º equipo de fútbol de la Ciudad Departamental y de la comarca, en
una época en la que el fútbol alumbreño brilló con luz propia.
Por
los datos que poseo, parece que no participaron mucho en el primer equipo, pero
solo el hecho de haber sido fichados por él, confirma que fueron destacados
futbolistas en la tierra cartagenera, y además, que las buenas relaciones con
el principal club de fútbol de la ciudad datan de mucho más tiempo atrás del
que se creía.
En la
temporada siguiente, la de 1926/27, Fulgencio García Heredia sigue ligado al
fútbol de la ciudad portuaria fichando por el Club Deportivo Lisvert que por entonces
militaba en 2ª Categoría, y en 1930 se le ve con el Gimnástico F.C., de La Unión.
A partir de
mediados de la década desaparecen la mayoría de los clubes, excepto los
Envidiables que aguanta hasta casi 1930 y el Minerva que es el que sobrevive
hasta la actualidad.
Todo
ello viene a confirmar que el fútbol alumbreño vivió en los años ´20 su primera
época dorada, que justifica sobradamente las fructíferas relaciones que siempre
hubieron entre el principal equipo del pueblo y el primero de la comarca, pues
no hay que olvidar que después surgieron en el pueblo otros jugadores que
también jugaron en los principales equipos de la ciudad.
Minerva de mediados los años 30 con Miss Alumbres (Isabel Raja Álvarez) y
otro equipo.
Foto: Archivo particular Francisco Atanasio Hernández
Foto: Archivo particular Francisco Atanasio Hernández
LOS HERMANOS GARCÍA HEREDIA
DE ALUMBRES TUVIERON DISTINTA SUERTE
Cuando empecé con este trabajo hace
ya algún tiempo, el tema que trataba era el de tres buenos futbolistas de
Alumbres de los años 20 y 30 del siglo pasado, y a pesar de la inmensa
satisfacción que me produjo me quedaron muchas dudas que resolver, por lo que
tuve que volver a hurgar en los archivos y otras fuentes para poder encontrar
la explicación al hecho de que ninguna de las personas mayores a las que había
preguntado supiera decirme a qué familia pertenecían los hermanos García
Heredia.
La razón puede parecer muy simple y
no lo es, pues por un lado ya sabemos que en los pueblos, hubo un tiempo en que
la gente se conocía más por el apodo que por el nombre de pila, y mucho menos
por los apellidos, y por otro el olvido de las víctimas del franquismo que se
ha venido perpetrando desde todas las instituciones democráticas y que ha
calado profundamente en la sociedad.
Si a los vecinos y amigos mayores
les hubiera preguntado por Pencho el Herrero, en lugar de por Fulgencio García
Heredia, quizás habría encontrado alguien que me hubiera contado algo
procurando no elevar mucho la voz, unas cosas ciertas y otras menos.
Los hermanos García Heredia,
Fulgencio, Pedro y Antonio, fueron buenos futbolistas, no cabe duda, y su
categoría está contrastada no solo por el hecho de haber sido fichados por el
club más importante de la comarca, el Cartagena F.C. (Efesé de siempre), aunque
hubieran participado poco en él, sino porque su presencia en las alineaciones
de los equipos del pueblo a lo largo de los años 20 y parte de los 30 así lo
atestiguan.
Pedro
y Antonio García Heredia. Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Los años de la dictadura de Primo de
Rivera fueron tiempos difíciles y la gente humilde se asociaba para defenderse
de la insaciable avaricia de los poderosos, y también para disponer de lugares
de ocio acordes con sus posibilidades, por eso en el pueblo se había fundado la
Sociedad de Fomento y Cultura Minerva el 7 de abril de 1924, y pronto diversificaría su actividad, pues ya
en el verano de ese año fundó una banda de música y el equipo de fútbol Minerva
F.C. Por esas fechas en el local de la Sociedad se organizaban bailes que
amenizaba una banda de música.
Los hermanos Fulgencio y Pedro no
sólo fueron buenos futbolistas, también formaron parte de la banda de música de
la Sociedad. Fulgencio tocaba el saxo y el bombardino.
Era una Sociedad obrera con un
cierto carácter paternalista en la que cabían todos, y así lo confirma el hecho
de que el capitán del equipo de fútbol Minerva F.C. en 1925 fuera el cacique
Andrés Martínez Cao.
El tiempo pasó inexorable y llegaron
tiempos peores en los que la República fue violentada por la rebelión de una
parte del ejército, respaldado y mantenido por las potencias europeas y por
EE.UU, y entonces muchos ciudadanos se vieron en la imperiosa necesidad de
elegir entre el exilio o quedarse aquí con los riesgos que llevara implícito.
Los hermanos Pedro y Antonio García
Heredia, decidieron quedarse en el país “porque no habían hecho nada malo”,
mientras que Fulgencio decidió coger el tortuoso camino del exilio.
Cada uno de ellos tuvo una suerte
distinta:
Poco después de instaurarse la
dictadura de Franco, Pedro, fue detenido y fusilado el día 10 de noviembre de
1939 en el cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Cartagena, junto a otros
republicanos que completaron la fosa. Desde 1958 sus restos descansan en el
cementerio de Alumbres junto a los de su padre.
Antonio, tampoco se quiso ir del
país y como era marino de la Base Naval de Cartagena fue encarcelado por mucho
tiempo y expulsado de la marina, y cuando salió rehízo su vida como pudo junto
a su familia y murió en Cartagena en 1982.
Fulgencio se exilió, primero a Túnez
y más tarde a Francia, donde finalmente se estableció y cuando pudo recuperó a
su familia. Fue enterrado en Alumbres en 1978.
Los alumbreños deberíamos de
sentirnos orgullosos por haber tenido a estos deportistas, músicos y ciudadanos
entre nosotros, aunque quizás se les debería de haber tributado un pequeño reconocimiento,
pero no espero nada de los políticos de Alumbres que prefieren dedicarse a sus
negocios y a sus suculentos y fáciles sueldos, porque hace años ya les pedí que
instaran el cambio de la denominación de varias calles que llevan el nombre de personas
que no se lo merecen en un sistema democrático y allí siguen, sin que nadie
haya movido un dedo para evitarlo.
A este respecto, quiero recordar que el pasado año
2016, aprovechando que el polivalente Concejal de Transparencia, Buen Gobierno,
Participación, Descentralización y Festejos, del Ayuntamiento de Cartagena,
Juan Pedro Torralba Villada, es de Alumbres en representación del PSOE, y que
tanto la Junta Vecinal como la Asociación de Vecinos y la Junta del Cementerio de
Alumbres, están controladas y dirigidas por militantes del mismo partido, el
PSOE, por lo que se les supone de ideología socialista y progresista, intenté nuevamente que en aplicación
de la Ley de Memoria Histórica, cambiaran los nombres de ciertas calles de
Alumbres que portan nombres de reconocidos fascistas, y que retiraran del
espacio público del cementerio de Alumbres el monolito que homenajea a Antonio
Pérez García, uno de los franquistas más destacados del pueblo. Pero tampoco
hubo suerte, y han preferido mantener en homenaje permanente la memoria
del franquismo, que es seguramente el ideario que ilumina su conducta.
Sé que nunca habrá consuelo para los
familiares que aún quedan y sufrieron en sus propias carnes los efectos de la
represión, o que perdieron a sus seres queridos de forma tan trágica y tan poco
reconocida por la sociedad democrática actual que se beneficia de su
sacrificio, pero yo me he creado una obligación moral con la realización de
este pequeño homenaje, recuperando su memoria del silencio de la dictadura, de
los cementerios y de la desidia y falta de escrúpulos de los políticos
actuales.
Los años 30
En esta
década, las referencias al fútbol alumbreño son mucho más escasas que en años
anteriores, entre otras cosas, porque iniciadas ya las competiciones nacionales
de este deporte los equipos modestos pierden importancia.
Sin embargo,
el Minerva participó en algunos de los campeonatos organizados entre los
equipos modestos, como en el caso de la Copa Primavera de 1930 organizada por
el equipo de fútbol de El Algar que por esas fechas se llamaba 1º de Mayo, y que se disputó íntegramente en el campo de
fútbol del equipo organizador, participando, además del equipo anfitrión, La
Unión, El Garbanzal y El Minerva de
Alumbres.
También, en
los años 1933 y 1934 el Minerva participó en las competiciones de No Federados
que se organizaron en Cartagena y que disputaron: Plus Ultra Lisvert, Cruzados
Rojos, C.D. República, Betis Cartagenero, Numancia F. C., Diablos Rojos,
Cartago Nova Radical, Juvenia S. C., C. D. Los Tigres, Recreativo Cartagenero,
C. D. Español, Celta Cartagenero, C. D. Centella, C. D. Comercial, Cervantes F.
C.
En las alineaciones de los equipos de Alumbres hasta los años 30
aparecen los nombres de los jugadores que pongo a continuación: J. López ,G.
Vidal, J. Mateo, G. Aguilar, J. Gómez, J. Martínez, A. Martínez, A. Morales, J.
Lucas, J. Victoria, A. Martínez, Ojados I, Ojados II, Aranda I, Aranda II, Gómez, Clemente, Heredia, Carrillo,
Ros, Hernández, Avilés, Soler, Pérez, F. García, A. García, P. García, Madrid, Ruiz, Celdrán, Martínez, Rosales, Nieto, Carlos,
Antón, Conesa, Estalella, Rojo, Simón, Gil, Morales, Vera, Rojo, Valero,
Bernardo, Barcelona, Alfonso Barcelona, Narciso Rojo Heredia, Andrés
Martínez Cao, Meca, José, Horacio, Buitrago, Paredes, Arroyo, Díaz, Huertas, Torki, Mula, Egea, Pedro Martínez Morales, Rafael Sánchez, Bea, Barranco, Cabezos, Salvador, Antonio, Sánchez, Paco,
Yermo.
Minerva de mediados los años 40. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
El Minerva de los años 40.
Durante
y después de la guerra, hubo un largo período de crisis para todo, y es
razonable deducir que al fútbol alumbreño y por tanto al Minerva también le
tocó lo suyo. Sin embargo, la crisis económica, el paro, el hambre, no fue
obstáculo para que el fútbol siguiera siendo el deporte favorito de los jóvenes
del pueblo.
De
esos años hay que destacar la figura de Domingo Hernández Nicolás, que en la
temporada 44/45 jugaba en la Gimnástica Abad disputando la Liga en 3ª División,
y salvo la 45/46 que la jugó en el Cartagena F.C. también en 3ª, estuvo allí
hasta febrero de 1952, fecha en la que el Cartagena F.C. que disputaba la Liga
en 2ª División lo reclamaba. Al final de esa temporada el Cartagena desciende y
desaparece, y en su lugar se funda la U.D. Cartagenera en cuyo equipo jugó en
Regional y 3ª División.
Domingo Hernández Nicolás con el Cartagena FC de 2ª División Temporada 1951-52 Foto: Cortesía de Ginés Lario Morales
Copa Presidente
En
1946, el C. D. Minerva disputaba la
Copa Presidente organizada por el C. D. la Unión, y en cuya competición, por el
sistema de liguilla, participaron también además de los dos mencionados,
Levante F. C., Júpiter, e Imperial.
Copa de Primavera de El Algar
En los
meses de marzo, abril y mayo de los años 1948 al 52 se volvió a disputar la
Copa Primavera en El Algar, en cuya competición participaron, el C.D. Algar,
como equipo organizador, además de Los Alcázares C.D., Minerva de Alumbres,
C.D. Rayo de Pozo Estrecho, C.D. Beal, C.D. Garbanzal, C.D. Invencibles, C.D.
Perín.
Entre las
alineaciones de jugadores aficionados que he podido recuperar de esos años se
menciona a: Porrones (Marcos), Ignacio, Aranda (Cabo Pedro), Rizado, Valerito,
Luis, Llamboy, Cocheles, Antonio, Ros, P. Caparrós, Ajo, Paredes, Diego (el
Ladrillero), Juanico (El del Pan), Domingo Carrillo, Baltasar, Pérez
(Antoñito), Pepe Ojados (Sotelo), El Perrote, Domingo Hernández, A. Caparrós,
Isidro, Bilbaino, Quico, Ruiz, Pencho Hernández, Salvador Meroño, Martínez,
Cutilla, López I, López II, Ángel, P. Meseguer, P. Sánchez (Zarra), Rojo I,
Rojo II, Agapito, Francisco, Alcántara, Fuentes, Barbas, Rubio, Paco (de
Eleuteria), Emilio I, Emilio II, Pajarito, San Martín, Joaquín, Marruso,
Vivancos.
Minerva de mediados los años 50. Foto: Archivo Francisco Atanasio Hernández
La década de los ´50.
A
principios de esta década hay en Alumbres un equipo bien nutrido de jóvenes
jugadores, aunque a veces se reforzaba con otros futbolistas de los pueblos
cercanos y militares de reemplazo conocidos por los vecinos del pueblo que se
encontraban haciendo la mili.
Torneo Club Adheridos
En 1952 la
Federación Murciana de Fútbol organizó un campeonato de equipos modestos al que
denominó “Clubs Adheridos”, y en el que entre otros participaron: C.D.
Athlético (Pozo Estrecho); C.D. Minerva
(Alumbres); C.D. Apolo (Pacheco); La Media Legua.
Juan
Hernández Nicolás es el buque insignia de esa generación, y sin duda alguna el
ídolo futbolístico, el modelo a seguir por las generaciones de futbolistas del
pueblo de los años 50 y 60 especialmente, y sobre todo un orgullo para los
alumbreños que hemos tenido como afición la práctica o el seguimiento de este
apasionante y espectacular deporte.
Epi,
procedía de una familia que dio buenos jugadores a los equipos de fútbol del
pueblo, y a los de Cartagena, y es una referencia inevitable en la historia del
fútbol de Alumbres de todos los tiempos. Ha sido uno de los pocos jugadores del
pueblo, junto con su hermano Domingo, que tuvo el privilegio de jugar en alguna
Categoría Nacional, y posiblemente el que más lejos ha llegado en este deporte.
Jugó en 3ª División Nacional en la U. D. Cartagenera de los años ´50, en el
Callosa Deportiva del 58 al 60, y en el Club Deportivo Cartagena desde 1961,
año en el que ascendió a 2ª División Nacional de la Liga, y a menos que se me
haya escabullido alguien por ahí, creo que hasta ahora no ha habido ningún otro
futbolista alumbreño, excepto su hermano Domingo, que jugara en esa o en otra
categoría superior del Fútbol Nacional.
Juan Hernández Nicolás con el Cartagena FC de 2ª División Temporada 1962-63 Foto: Cortesía de Ginés Lario Morales
Juan Hernández Nicolás. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
En aquellos
años en los que, en Alumbres no había un equipo federado que compitiera
habitualmente contra otros conjuntos, era difícil que alguien de fuera se
pudiera fijar en un jugador de aquí, y mucho menos que fuese fichado por un
equipo grande, de ahí la importancia de que un muchacho del pueblo llegara a
ser jugador de un equipo de talla nacional.
Partido de veteranos. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Por aquellos
tiempos, se jugaba casi todos los domingos un encuentro amistoso con equipos de
la tierra como La Unión ,
El Garbanzal, El Llano, El Algar, El Europa, Los Tigres, Roche, etc. Pero como
había mucha rivalidad con La
Unión , siempre que se podía se organizaban encuentros con un
equipo de allí, con la sana intención de medirse con un rival con el que no era
fácil ganar, y porque con estos se garantizaba emoción y espectáculo. El único
inconveniente es que eran muy pocos los partidos, en uno u otro campo, que
terminaban sin que antes, durante, o después del encuentro, se formara un
espectacular tumulto en el que participaba todo el mundo, jugadores y
espectadores, pero eso sí, al otro día estaban dispuestos a empezar de nuevo
otro encuentro más, a ser posible más divertido que el anterior. Esa era la
salsa necesaria en los tiempos que corrían, para que un partido de tanta
rivalidad tuviera un mínimo de sabor.
Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Un partido de fútbol contra el Parque de Artillería.
También por
esas fechas fue invitado a jugar en el pueblo un equipo de Cartagena, que según
todos los testimonios consultados, se trataba de un equipo del Parque de
Artillería.
El partido
se jugaba con toda normalidad, cuando el jugador local que llevaba el balón al
borde del área contraria, pegó un trallazo que vino a estrellarse en el
larguero de la portería, y ésta, que desgraciadamente estaba construida con
colañas viejas y carcomidas, se partió en dos, y no lisió al portero de puro
milagro. Pero enseguida surgió el inevitable escándalo con cachondeo incluido
por parte del público, que lo único que quería era divertirse como fuera, y en
tanto los visitantes decían que sin porterías en condiciones no se podía seguir
jugando, los locales creían que se podía seguir si se hacía una reparación de
urgencia al larguero, o se ponía una cuerda atada de poste a poste que lo
sustituyera.
Los
jugadores visitantes, que no entendían cómo se podía seguir jugando el partido
sin larguero, se resignaban con sonrisas a la continuación de éste con alguna
de las soluciones apuntadas. Por otro lado, el árbitro, ante el monumental lío
que se había formado no sabía qué hacer, y pidió a los organizadores que dieran
una solución al problema surgido a la mayor rapidez posible, o se vería
obligado a suspender el partido.
Pero los
organizadores no tenían intención alguna de suspender el encuentro, así que
mandaron a alguien en busca de una cuerda, y atándola de poste a poste la
pusieron en lugar del larguero.
Tanto los
jugadores del equipo visitante, como el árbitro, no estaban de acuerdo con
aquella solución, pero éste y los otros, fueron convencidos de que no había
otra forma de terminar el partido, y había que terminarlo.
Así que, una
vez que se puso la cuerda sustituyendo el larguero de la portería, se continuó
el partido como si no hubiera pasado nada, hasta que en un momento cualquiera
del partido, un jugador visitante disparó a puerta y pegó en la cuerda,
entonces los visitantes pidieron gol, mientras que los de casa dijeron que no,
y el árbitro para no complicarse la vida
pitó fuera, pero la discusión no llegó a mayores y el partido pudo
terminar felizmente sin otras complicaciones, quizás porque los jugadores del
pueblo se enfrentaban por primera vez en una cancha, con los jugadores del
Parque de Artillería, y no era cuestión de darles demasiada confianza a unos
desconocidos.
Minerva
de finales de los años 50 principios de los 60. Foto: Archivo Francisco Atanasio Hernández
Fuentes
Libros
-Pedro María Egea Bruno. La represión Franquista en Cartagena (1939-1945).
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres cien años de fútbol.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la Historia de Alumbres.
Revista
-Francisco Atanasio Hernández. Centenario del Fútbol en Alumbres.
Documentos
-Archivo Histórico de Murcia. Registro Sociedad Minerva 1924.
-Archivo Municipal de Cartagena. Libro de enterramientos de Alumbres.
-Libro de enterramientos cementerio de Alumbres (en activo).
-Guía telefónica.
-Fichas de los hermanos García Heredia con el Cartagena F.C.
Padrones
-Archivo Municipal de Cartagena. De 1920 a 1950.
Testimonios orales
-Concepción Raja Álvarez.
-Anita Piñas García.
-Manuel García Carril.
Prensa
-Archivo Municipal de Cartagena. Cartagena Nueva.
-Archivo Municipal de Cartagena. La Tierra.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Eco de Cartagena.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Porvenir.
Fotos
-Francisco Atanasio Hernández. Archivo particular.
-Ginés Lario Morales.
-Concepción Raja Álvarez.
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