Se incluyen aquí, además de los que
publiqué en mi libro “Lo que me quedó de Alumbres en el siglo XX”, otros que he
recuperado de la memoria del pueblo, y un buen número de los que amablemente me
proporcionó Nemesia Ruiz López hace ya algún tiempo.
En épocas pasadas la gente del pueblo
llamaba a los amigos y vecinos, no por el nombre de pila, sino por el que se le
había “bautizado” en las calles de Alumbres, de manera que a veces el nombre
por el que se conocía a alguien podía ser una virtud, un defecto, una
costumbre, una forma de hablar, un lugar de procedencia, una profesión, una
manía, un gusto, la edad, etc.
De manera que si un forastero llegaba
por allí preguntando por el nombre y apellidos de un vecino, lo más corriente
es que casi nadie lo conociera, y por tanto fuera difícil dar con él, quizás el
cartero y algún otro más supiera de quién se trataba.
Representación
de mercadillo en Alumbres. Plumilla de Francisco Bastida Martínez
En muchos casos el sobrenombre otorgado
por decisión popular, se ha ido transmitiendo de padres a hijos y la mayoría lo
suelen llevar con el mismo orgullo que lo portaron sus antecesores, sin
embargo, siempre hay quien rompe la norma y se considera ofendido porque se le
llame por un nombre que ellos no han elegido y que no les gusta, y aunque son
casos muy aislados es preciso tenerlo en cuenta para evitar disgustos
innecesarios.
Sin embargo, la mayoría de los vecinos
que aún se les llama por el apodo son personas que atienden con la misma
naturalidad que si se hiciera por su nombre propio, incluso lo lucen con cierto
y notable orgullo, este es el caso de, el Pedrolo, el Chaparro, el Rayo, el
Picaca, el Andaluz, el Abuelete, el Esparraguero, el Barracas, el Conejo, el
Botones, el Boinas, el Butanero, el
Duque, el Fari, el Guirrarra, etc.
Muchas veces el apodo significa
justamente lo contrario de lo que parece indicar, por ejemplo, el Menúo y el
Chato, parecen indicar que los apodados son bajo uno y de poca nariz el otro, y
sin embargo es todo lo contrario, el primero es alto, de ahí el Menúo, y el
segundo es narizón de ahí lo de Chato.
Otros en cambio son muy directos como
los que aluden a la profesión, a la procedencia o a un defecto, como el
Herrero, el Horchatero, el Andaluz, el Vizcaíno, el Bizco, el Mudo, o el
Polvorista.
Josefa
“la Guirrarra”-mi abuela materna. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Hay
algunos motes que tienen difícil explicación como el Guirrarra, aunque la
expresión Guirrar contenida en el diccionario ICUE, que significa acechar,
podría explicarla porque los antecesores de la familia apodada así se dedicaban
a cuidar tierras y cultivos ajenos por los que pagaban una parte del producto
obtenido a los dueños de las tierras, y es de suponer que tendrían que estar
siempre vigilantes para evitar los robos, yo que soy de la familia, todo lo que
he encontrado ha sido lo dicho.
El apodo del
Chinche fue puesto por su padre, el Tío Choni o El Tío
Popeye, que cuando lo retiraron sin paga de jubilación de Garrabino, se dedicó
a pedir por las calles de Cartagena y solía ir acompañado de su hijo menor
Ginés Valero. Con el producto obtenido de la caridad de los vecinos se compraba
higos secos que los consumía en el viaje de vuelta al pueblo, y como detrás iba
el crío le decía “papá dame un higo que tengo hambre” a lo que él le
contestaba, no tengo higos “no digas que no, que te los vas comiendo” y él
volvía a contestarle, “calla que vas detrás de mí como un chinchico”.
Gertrudis,
fue apodada “La Chusquera” porque en tiempos de postguerra vendía chuscos, pan
de estraperlo elaborado con una mezcla de harina de trigo y de cebada, y tenía
un color verdoso. El pan venía de La Unión y Gertrudis lo recogía en El
Portazgo y lo transportaba a Escombreras, su lugar de destino. Luego sus hijos
heredaron el apodo.
Antonio
Jiménez, “el Pistones” recibió ese apodo cuando su familia se trasladó a
vivir al paraje denominado “Los Pistones”, que estaba al lado de Garrabino y
era donde se fabricaban los detonadores de los explosivos. Fue entonces cuando
empezó a ser denominado por mayores y niños “el de Los Pistones”, y más
adelante resumido y personalizado “el Pistones”.
Pirata en el puerto de Cabo de Palos. Foto: Francisco Atanasio Hernández
El
Pirata
se le denominaba al padre de Antonio Jiménez “el Pistones”, entre los cazadores
y recolectores de leña, palma y otros productos del monte, porque por su
profesión de Guarda Forestal, aparecía ante ellos cuando menos lo esperaban y
les impedía actuar en el coto que él vigilaba, conminándolos a salir de su lugar
de trabajo.
Lo
que queda del paraje de Los Pistones. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Pedro
Sánchez fue apodado “el Zarra”, porque jugaba de delantero centro como
el mítico Telmo Zarra, jugador del Atl. de Bilbao y de la Selección Española, y
tanto los compañeros del equipo como los aficionados al fútbol de Alumbres, le
encontraron parecido en el juego.
A
José Celdrán se le llamó “el Zarrica” para distinguirlo de Pedro Sánchez,
pero a ambos se les comparaba con Zarra, aunque a cada uno en su generación
correspondiente.
El
Ala Infernal, se le llamaba al conjunto formado por Francisco Hernández Jiménez
“Paco la Guirrarra” y José Celdrán “el Zarrica”, porque jugaban
juntos por la banda izquierda, el Zarrica de extremo y Paco la Guirrarra de
Interior, y se entendían a la perfección, además porque en la época que les
tocó, a la izquierda se le consideraba demoníaca e inútil, de manera que a los
niños zocatos, para cambiarles la tendencia a realizar las cosas con su
izquierda, se les obligaba a escribir, comer, y hacer las cosas con la derecha,
aunque como es natural, algunos eran incorregibles, como en estos dos casos.
“El
Ala Infernal”-Paquico la Guirrarra y José Celdrán (Zarrica). Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Juana
“la Minuta”
Según me dijeron, era conocida por los
vecinos así porque siempre iba muy rápida para todo.
En la actualidad, las nuevas
generaciones suelen utilizar el nombre de pila o el apellido para llamar a sus
amigos y vecinos, y es menos común su identificación por medio del mote, aunque
vengo observando que muchos jóvenes también utilizan el apodo para referirse o
llamar a sus amigos o a sus familiares, pero también conocen sus nombres y
apellidos.
A.- El Abuelete,
la Agapita, el Aguaor, el Agujero, el Ajo, Pepe el Albañil, la Alea, el Aleo,
la Alfonsiaca, Amarito, el Turco Amaro, el Ambulante, el Americano, Ancú, del
Anchurón, el Andaluz, el Andarín, el Tío Antonaso, el Antonucho, la Aperadora,
el Aragonés, el Arete, el Armainaor, el Maestro Aurelio.
B.- La Balterra,
el Balsetas, el Ballesta, el Bancalero, el Barbas, el Barbeo, Barbeta, el
Barracas, la Barracona, la Barranquera, el Barrenita, Diego Batata, la Batería,
la Beita, el Bencejo, la Beneta, el Beneto, el Bichalo, el Bigote, la Bizca, el
Bizco, la Blandica, el Bocabría, el Bocalano, el Bocúo, la Bodeguera, el
Bodeguero, el Boga, el Boinas, Bolillo, el Bombi, el Borete, Juan el Borlas,
Borni, la Borrega, el Borrego, el Boticario, el Botones, la Boza, el Brazos de
Hierro, los Bulleros, el Burrica, el Burro, el Butanero.
C.-El Caballo, el
Cabernera, la Cabila, el Cabo Gancho, el Cabo Guardia, el Cabo Pedro, el
Cabrero, el tío Cagao, la Cagarruta, la Cagona, el Cajón, la Cajona, el Caío,
el Calalo, el Cali, el Caliche, el Calandraque, el Camión, el Camoto, el Capi, el
Campoñito, la Campurriana, Andrés de la Cana, la Cana, la Canana, Pepe el
Canario, la Canastera, el Maestro Canela, el Cano, Canijo, el Cantero,
Cantonera, el Cañabate, , la Capitana, el Capo, el Caporal, el Caporro, el
Capote, el Caque, la Cara Quemá, Carabonica, Caragoli, el Carandel, el Caramel,
el Carbonato, el Carca el Cardoso, el Carajillo, la Carioca, la Carleta, el
Carlista, el Carota, la Carreña, el Carriaca, Rojo Carrión, el Cartero, el
Cartucho, el Cascarrao, la Castaña, el Castaño, Castelar, el Catalán, el
Caterre, Cavalcanti, el Cayo, Clarito, el Cepanegra, el Celador, el Ceporro, el
César, el Civil, el Civilito, la Cobata, el Coco,el Cocheles, el Cohetero, el
Cojo, el Cojo Camilo, el Cojo la Carne, , el Cojo Patena, el Cole, la Coñota,
el Colorao, el Comandante, la Comercianta, el Comerciante, el Comilón, el
Comino, el Compennes, Concurre, el Conde, el Conejo, el Contre, el Cope, Lola
la del Correo, el Corricalle, Paca la Cosa, el Cotas, Coté Coté, el Cranco, la
Crea, la Cría, el Crietas, el Cristo, el Cualete, Cuca, Cuchifrito, el Culebra,
la Culona, el Cuquí, Cuqué, el Cura, el Curiana, el Curro, la Cutilla, el
Cutilla.
Ch.- El Chaco, la
Chala, el Chali, Juan el Chalupa, la Chana, Paca la Chapá, el Chapetas, el
Chaparro, el Charena, el Charlot, la Chata, el Chato, el Chavo, el Chepao, el
Chepi, el Cheres, el Chérif, el Chico, la Chicharrona, el Chichi, la Chilona,
el Chinche, la Chindalaleta, el Chiquitín, Simón Chiribía, la Chirra, el
Chirre, la Chirrina, el Chispa, el Chocolate, el Cholo, la Chola, el Cholla, la
Chona, la Choncha, la Choni, el Choni, el Chori, el Chorlito, Ángel el Chucho,
el Chulo, Chupadeo, el Chupete, el
Churleta, la Churra, la Churubita, el Chusquero, la Chusquera, el Chute.
Antonia
Hernández “la Chala”. Foto: cortesía de su nieto Antonio Álamo a través de
Encarnación Yepes y Salvador Celdrán
D.- La Devota, el
Divino, el Dominguín, el Duende, el Duque.
E.- El Caudillo de Alumbres, El Empanadas,
el Epi, el Escombreras, Escopetas, el Esparavanes, el Esparraguero, el Espía,
Perico Estaca, la Estebana, el Estudiante.
F.- La Fabia, el
Falleció, Faraco, el Fari, el Farina, la Farola, la Fefa, el Feo, el Fito,
Perico Follos, el Fonas, el Forastero, la Forta, el Forte, Perico el Fragüero,
la Fraila, la Francesa, el Franciscano, el Franco, la Frasca.
G.- El Gabardina,
Paco el Gafas, el Gainza, el Tío Gainza, el Gálvez, la Gallega, la Gallina, el
Gallina, el Gallo, el Gambillero, Gamboa, el Gandinguero, el Ganino, el Gañán,
la Gañana, el Garbosa, Pedro el Garrabinero, la Garrabinera, el Garrote, Paca
la del Gas, la Tía Gasera, el Gato, Genares, Gigas, el Tío Gil, la Gilda, el
Tío Gilito, Gilo Gilusa, Ginéginé, el Ginelo, el Godínez, el Golfo, Pepe el
Gómez, el Gordillo, José el Gordo, la Gorgón, el Grillo, la Guapa, Joaquín el
Guardia, el Guari, el Guellos, el qué Güenas, el Guirga, el Guirrarra, la
Guirrarra, el Gusano, el Gusarapo.
H.- El Hachote,
Juan el Chalupa, El Herrero, el Hijico, el Hincho, la Horchatera, el
Horchatero, el Hormiguica, la Huertana, el Tío del Humo.
I.- Ico Ros, el
Indio, el Inglés, la Insurreta, el Isidro.
J.- La Tía Jara,
la Jaranda, el Jarapita, el Jarina, el Jergón, la Jeroma, el Jeromín, el
Jerónimo, el Jibao, la Jibá , la Joda, el Joven, el Tío Pascual el Joyero, la
Juanela, Juan la la lá, la Juanita, Jusepe.
K.- Mari la del
Kiosco.
L.- El
Ladrillero, el Lagarto, el Lala, el Lanchas, el Lánguido, el Lapa, Jesús el de
las Lapas, Pepe el Largo, el Latas, el Lea, el Lebrel, el Lechuga, el Lego, el
Lejía, Leme, el Leñaor, el Leñe, la Leona, el Leveche, el Levita, el Liarte, el
Librao, el Liebre, la Lina, el Linares, la Lirina, el Lirín, el Lirón, el
Lisán, el Lobote, Ana María la del Loco, Juanico el Loco, el Locuras, el Lonas,
el Lorinlo, el Lorquino, el Lucho, la Luteria.
Matanza
en la tienda de todo de Rafael. Foto: cortesía de José García Martínez
M.- El Maca, la
Macarena, el Maceo, el Macocas, la Machacona, la Machera, el Machero, el Macho,
el Maestral, la Magantona, el Mahoma, la Tía Maísa, la Maja, el Makaka, el
Maki, el Malagueño, la Malena, de los Mamones, el Manane, la Manca, Ginés el
Manco, el Manchego, Pepa la Mancheña, el Manitas, el Manolillo, el Manteca, Encarnación la
Manteca, el Mantequilla, el Mañas, el Maño, el Marañón, Pepa la Mar, Juan
Mares, la Marica, Mariche, la Mariquilla Terremoto, la Martina, el Marruso, la
Marrusa, el Tío Mateo, la Mazarronera, el Medialuna, el Mediero, el Melva, el
Melli, la Melliza, el Menas, el Menúo, la Mergada, el Mergo, la Meseguera, el
Mesino, Carmen la Mi, el Migalotero, la Miguela, el Millillo, el Minino, el
Ministro, el Minuto, la Mochoca, el Mochoco, la Modista, la Mola, el Tío
Molina, el Molinero, el Mollejas, Monine, la Monja, el Monje, el Monroy, el
Monsi, María Moñitos, el Moratalla, el Moré, el Morenico, Morenito de Alumbres,
el Moreno, el Moro, el Morrongo, la Morruta, el Morrute, Mosolina, el Mosquito,
Andrés el Mozo, el Muchachón, el Mudo, el Muerto, el Mújol, la Municipala, la
Murciana, el Murciano.
N.- El Nano, el
Narpes, el Napias, el Navidad, el Negrín, el Negro, el Nene, el Nene Paco, el
Niño, el Niño la Bola, el Nogueroles, la Nona, el Tío Nono, el Norberto, el
Noy, la Nube.
Ñ.-
La Ñoña.
Hermanos
Valero- “el Negrín y el Chinche”. Foto: Francisco Atanasio Hernández
O.- La Olivica,
el Oso, Ojo Pava.
P.- Paco el Ajo,
el Tío Paco el del Garabito, José el Paco, el Pacuito, Manuel el Paisano, el
Pájaro, el Pajarito, el Pajeras, Asensio el Pajicas, el Palermo, la Palmerista,
el Palmiro, la Paloma, el Palomo, el Palomares, el Pámpano, José del Pan,
Juanico de José el del Pan, el Panadero, la Panda, el Panza, el Papa, el
Paquico, la Parda, el Tío Partero, el Parrandero, el Pastelito, la Pastora, el
Patata, el Pataturco, el Patitas, el Patrón, la Patrona, el Pecas, el Tío
Pedrajas, el Pedrolo, el Pegüi, la Pelá, la Peladilla, el Pelao, el Pele, el
Pelela, el Pelicoco, Pelón, de la Pelucha, el Penchete, el Peñitas, la
Pepinera, el Pepino, la Pequeña, el Perchas, el Perete, el Pericaca, Pericles,
la Perijala, el Perillán, la Perinera, el Periquín, la Perla, el Pernales, el
Perola, el Perú, la Perrerre, el Tío Perrino, el Perrote, el Perucho, el
Pescao, Andrés Peteneras, la Pía, el Picaca, el Picante, el Picardías, el Pico,
el Picolo, el Pichín, el Picho, el Pichote, el Pichurro, María las Pilas, el
Pilas, la Pilila, el Pililo, el Pilones, el Tío Pillobas, la Pimienta, el Pimo,
el Pinche, el Pingüi, el Pintao, el Pintor, el Pipailla, la Pipera, el Piquín, el
Pirata, el Piri, el Pistones, la Nena Pita, el Piti, Luis Pitín, el Pito, el
Pitón, el Pitu, el Piyayo, el Planchas, el Pleitero, el Plomero, el Podrío, la
Pola, el Polichinelas, el Polo, la Polonia, el Pólvora, el Polvorista, el
Pollo, la Pompa, el Tío Popeye, el Porrones, el Poteras, el Porrúo, Púa, Pepe
el Puchales, el Pucho, el Pulga, el Pulguita, Tomás el de la Puncha.
Q.- La Quica, el
Quico, Quinito, la Quinta, el Quinto, el Quique, Quirico, la Quiteria.
R.- El Raja, la
Rana, el Rango, la Rapá, el Rapao, Pepe el Raro, la Rata, el Ratón, el Rayao,
el Rayo, el Reche, el Reclutas, el Recovero, Redondo, la Regalá, el Regueves,
el Reisuní, Paco el Relente, el Remolino, el Renglones, la Repampillá, el
Repica, el Requena, Paco Requi, el Retaquillo, el Rey, Juan Reyes, la Riñaña,
la Ríos, el Risas, el Rizao, la Robiñá, el Rodri, la Roja, el Rojo, el Rojo la
Paloma, el Rojo Pastor, el Rojo la Pera, el Ropita, el Rosca, el Rosita, el Rubio, el Ruedas, el
Rufo, el Rugío, el Rurro.
S.- El Tío
Sabicas, el Salamanca, el Salero, el Salmonete, Salud, Sancho, el Sandokán, la
Satisfecha, el Seco, el Señor, la Señorita, el Señorito, la Serena, la
Serenica, el Sereno, el Serio, la Serrana, el Sespero, el Sierpes, la Simoneta,
el Simonete, la Sirinea, el Sirineo, el Sito, el Solo, el Sombras, el Sopero,
el Sotas, Pepe Sotelo, el Supermán.
T.- El Tablas, el Tacho, Talén, la Talena,
Tenaza, el Tercio, el Terreras, el Tete, la Tiesa, el Tigre, el Tito, el
Tiznao, el Tolé, la Tolenta, el Tolente, Tomasín, Tonico, la Toña, el Tontico,
el Torero, el Torrao, la Tota, el Trabuco, la Trespelos, la Triburcia, el
Tripas, Triviño, la Tropela, el Trueno, el Tubos, el Tuti.
V.- La Vagón, el
Vecino, la Veterana, el Vidas, la Vieja, la Viejalaluna, el Vigilante, el
Vinagre, la Visita, el Visita, el Vivillo, el Vizcaíno, el Tío Voleta, el
Voltios.
Y.- El Yamboy, la
Yespa, el Yoclo.
Z.- El Zambombo,
el Zamora, el Zanahoria, el Zapata, la Zaranda, el Tío Perico Zandunga, el
Zarra, el Zarrica, el Zepelín, el Tío Zinguango, el Zocato, el Zopas, el Zumba,
el Zumbío, la Tía Zunga.
-Apodos escuchados y recopilados personalmente en la calle.
-Aclaración de algunos apodos, comentado directamente con los apodados.
-Listado de apodos proporcionado por Nemesia Ruiz
Libros
-Francisco Atanasio Hernández. Lo que me quedó de Alumbres en el Siglo XX.
-Juan Ros y Pedro Pérez. Cosas de Alumbres
Fotos
-Francisco Atanasio Hernández
-Francisco Atanasio Hernández. Archivo particular.
-Cortesía de Salvador Celdrán y Encarnación Yepes.
-Cortesía de José García Martínez.
Plumilla
-Francisco Bastida Martínez
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