Nuestra actual Constitución, que
tiene innumerables deficiencias y que después de 40 años ya es hora de que se
hubiera abordado una reforma seria y sin ataduras franquistas, consagra el
derecho de todos los ciudadanos a elegir y ser elegidos, pero hay que tener
claro que un derecho no es una obligación, por lo tanto el mismo respeto merece
el que acude a votar porque cree en el programa de un partido político
cualquiera, que el que harto de tanta mentira y corrupción política e
institucional decide no acudir a las urnas.
En mi opinión, la degeneración
política que desde los albores de la democracia padecemos en este país, ha
dejado a la izquierda huérfana de candidatos que se precien de serlo.
Por un lado el partido más
importante y que más tiempo ha gobernado el país, el PSOE, cuando estuvo en el
poder gobernó como un partido de derechas y nunca cumplió sus promesas
electorales, y si tuvo algún aliado serio con el que pactar cuestiones de
Estado siempre fue de la derecha más rancia, PP, Cs y nacionalistas
conservadores. Además su política en materia social y laboral siempre fue al
gusto de los poderes fácticos, banca, multinacionales, eléctricas y grandes
fortunas.
El Gobierno de Pedro Sánchez no ha
sido muy original que digamos, prometió que iba a derogar la Ley Mordaza; la contrarreforma
Laboral de Rajoy (contratos basura y salarios de hambre en especial); reformaría
la Constitución; sacaría a Franco del Valle de los Caídos antes de Navidad
(pero estos sociatas son más respetuosos con los fascistas que con los
demócratas); los pensionistas tendríamos una revalorización anual por Ley;
etc., etc. Promesas, y nada más que promesas, como siempre.
En algunos municipios y pueblos
gobernados por el PSOE, los ciudadanos tenemos que seguir soportando los
símbolos y monumentos a los franquistas más destacados y despiadados del lugar,
como es el caso de Cartagena y Alumbres, donde descaradamente se niegan a
retirarlos, y ninguna otra fuerza política con representación municipal, ha
dicho una sola palabra en apoyo de quienes pedimos su retirada desde hace
varios años.
En Estados Unidos solo hay dos
partidos y son de derechas, y en España que desde los albores de la democracia
se tiende a ser un reflejo de la política americana, tenemos tres
organizaciones de derechas con el mismo programa retrógrado (PP, Cs y Vox), uno
que actúa de mamporrero de la derecha (PSOE), y otro indefinido, que cuando más
necesaria es la formación de una sola voz popular, es cuando aparece alguien
como Errejón y organiza una crisis interior cuyos resultados electorales
negativos son adivinables. Pero a ellos no les importa porque son oportunistas
profesionales y solo quieren un sillón bien cómodo y calentito.
Adhesivo. De mi colección particular de adhesivos
Ahora, al calor de la llamada
electoral, surgen las proclamas alarmistas de uno y otro lado de la orilla. De
hecho, los patriotas de “to” la vida, apelan al patrioterismo barato, porque
con la bandera rojigualda desplegada es más fácil ocultar el producto de los
grandes chanchullos institucionales y los más suculentos robos a la PATRIA que
dicen amar, pero que desmantelan y desvalijan sin miramientos, y por el otro
lado, unos reclaman “el voto útil”, pero si no es para ellos ya no es tan útil,
mientras otros llaman a la “responsabilidad de ir a votar”, aunque lo que
quieren decir, es que si les votas a ellos adquieres la categoría de ciudadano
“responsable”, pero si votas a otros o no votas no.
Y mientras tanto asistimos al
procesamiento de los mandatarios catalanes que permanecen en prisión
provisional más de un año por haber puesto urnas a su pueblo para que decida, y
todavía se atreven a decir que España es un Estado Democrático y de Derecho.
Así que, como todos somos mayorcitos
y hemos disfrutado, o más bien padecido, los diversos procesos electorales de
estos últimos 40 años, de cara a la próxima convocatoria electoral de abril,
que nadie me de lecciones de democracia y que cada cual haga lo que crea
conveniente, que yo haré lo que considere oportuno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario