Este es mi nuevo
libro
Desde el
primer libro que publiqué sobre Alumbres a la actualidad ha pasado mucho tiempo
y he publicado unos cuantos más, pero después del penúltimo nunca dejé de tener
ilusión por publicar el siguiente, por eso seguramente, es por lo que me he
embarcado en esta nueva aventura que espero no sea la última.
Llevaba
mucho tiempo pensando en la publicación de este trabajo y finalmente me decidí
a meterlo en la imprenta hace unos pocos meses, pero si he de ser sincero, no
ha sido empresa fácil tomar una decisión de este calado, en estos tiempos en
los que la mayoría no lee textos de más de cuatro o cinco líneas seguidas, con
predominio absoluto de un incomprensible egocentrismo demasiado extendido entre
la sociedad.
La mayoría
de las nuevas generaciones han sido debidamente educadas desde la programación
educativa de los diferentes gobiernos para admirarse a sí mismos y centrarse en
sus cosas, solamente en lo que a ellas les interesa para el presente y para el
futuro, y la historia, por lo que parece solo nos interesa a los
historiadores.
A pesar de
todo, aunque pocos, todavía quedamos personas, unas con más y otras con menos
renombre, que no renunciamos a luchar por lo que creemos justo y dar a conocer
el fruto de nuestro trabajo altruista, y a las que no nos importan los riesgos
que tengamos que correr con tal de cumplir nuestros objetivos.
Alumbres
es el pueblo donde nací y me hice adulto y lo quiero con todos los
inconvenientes que supone no llevarse bien con algunos de los políticos del
momento, especialmente los camaleónicos que carecen de principios y cambian de
color y de opinión dependiendo del lugar donde se encuentran y de lo que más
les interesa. Pero eso es lo que menos me importa, porque es el resultado de
ser consecuente con uno mismo y con los demás, y por otro lado, es lo mismo que
le sucede a todos los que dedican algún que otro párrafo crítico a los
políticos de la actualidad.
Sé
que algunos de mis paisanos desprecian a los historiadores, especialmente a los
que como yo no son clientes de nada ni de nadie, y de alguna forma nos lo hacen
pagar con su lengua viperina y el altavoz de sus palmeros en la barra de los
bares y camino del sermón, pero si yo fuese de los que toman decisiones de
acuerdo a los gustos y necesidades de los políticos y sus incondicionales,
nunca habría hecho nada.
El
trabajo de historiador es muy ingrato y el que no lo tenga claro seguro que
algún día lo descubrirá, muchas veces escribes sobre un tema y siempre hay
alguien a quien no solo no lo dejas satisfecho, sino que además te crea una
polémica sin sentido.
Cuando
publiqué uno de mis libros de Alumbres, un político/a del pueblo me envió una
carta quejándose, porque según me dijo, no le había descrito sus méritos
suficientemente. Nunca llueve a gusto de todos, pero algunos lo quieren todo
para ellos.
Además, hay
algunos falsos demócratas que en lugar de servir a la sociedad se sirven de
ella y no toleran las críticas a su oscura gestión, por lo que no es la primera
vez que un político, sindicalista o
clan, me pone una de esas impresentables denuncias en defensa del ¿Honor?
En el apartado
de Las Torres Vigía y de Defensa del Capítulo I de este libro, expongo el
controvertido tema del protocolario acto de la colocación de la primera piedra
de la Torre Vigía de Portmán, que algunos autores publican dándole
credibilidad, y que yo considero anacrónico, al igual que otros historiadores
más reputados.
En este
primer capítulo destacan por su importancia e interés el tema de El Portazgo de
Alumbres, el de Los Partidarios y el de La Hoya, bien documentados todos ellos
como se podrá comprobar y alguno salpicado de opiniones personales.
El capítulo
II del libro, Algunas buenas personas, parece un tema muy subjetivo en lo que
se refiere a mi valoración personal de quienes son las personas buenas, sin
embargo, he de decir que ni uno solo de los temas es exclusivamente
memorístico, especialmente en los de, Antonio Martínez Gracia, José María
Párraga Luna, Algunas personas destacadas y El Catalina.
En el de
Algunas de las costumbres del pueblo, sobresale el apartado de Reinas, Misses,
Mister y Damas de Honor, porque lo he confeccionado teniendo como base mi
colección de programas de las Fiestas de Alumbres. Buena parte del resto del
contenido, La receta del “maricón”, Excursiones y playas y Una tarde en Los
Cucones, es obra de la memoria personal y de la de algún que otro
colaborador.
El cuarto es
el de Los deportes, y como se podrá comprobar, los temas que lo conforman están
documentados de principio a fin. Por ser pueblos desaparecidos destacan por su
interés El fútbol en el antiguo Poblado de pescadores de Escombreras y el del
Fútbol en el Poblado de Repesa y Alumbres, pero no por ello deja de ser
interesante mi aportación en el de la Relación futbolística entre Alumbres y
Roche, o las dos temporadas que la SFC Minerva ha participado en Tercera División
hasta ahora, un hecho histórico sin precedentes en el fútbol alumbreño de los
últimos 110 años. También hago mención del Club Sport Alumbres y su aportación
al deporte del pueblo.
Política y
sociedad es un capítulo que en su mayor parte ni siquiera habría tenido
necesidad de escribirlo si en este país de corruptos, se hubiera roto con el
franquismo en su momento, e instaurado un régimen democrático sin ataduras con
el régimen dictatorial, pero ni siquiera el PSOE que es el partido que más
tiempo ha estado en el poder, ha hecho nada por eliminar todo vestigio del
indeseable pasado franquista, todo lo contrario, ha dado todas las facilidades
posibles para que se mantenga la memoria de los franquistas indefinidamente,
mientras se olvida y borra la memoria de los republicanos represaliados.
Esa es la
principal razón por la que publico el artículo sobre los símbolos y la
represión franquista en Alumbres. Es lo mismo que sucede con la A.VV. y la
Junta Vecinal, que pretenden mostrarse como representantes legítimos de todos
los alumbreños, cuando en realidad la A.VV solo representa a sus socios, y la
Junta Vecinal a los partidos que los DESIGNARON.
Estas son
algunas de las perlas que la infame etapa política actual nos ha tocado vivir y
que gracias a la desidia de nuestros políticos nos mantiene en tensión
permanente, y más cerca de la dictadura que de una democracia.
El sexto es
un capítulo dedicado al medio físico y a la vegetación que nos rodea, y que
hasta ahora nunca se había tratado, sobre todo el de la vegetación,
especialmente la autóctona, cuya elaboración me ha llevado mucho tiempo.
El último
capítulo, el séptimo, lo dedico a darle un repaso a la industria de la zona,
con el Valle de Escombreras como telón de fondo, sin olvidarme de los
principios, la agricultura, Garrabino, la minería y los pueblos desaparecidos
con la industrialización, el viejo pueblo pesquero de Escombreras y el Poblado
de Refinería.
No tengo
alergia a ninguna religión, cada cual puede creer en lo que quiera, siempre que
respete las de los demás como quiere que se respeten las suyas, por eso no
podía olvidarme del día de Santa Bárbara, patrona de Garrabino, en cuyo
artículo introduzco un listado INCOMPLETO de personas que trabajaron en la
fábrica de Explosivos de Alumbres.
Pero lo mejor
es que sean los lectores interesados los que lo juzguen y valoren, y espero y
deseo que sean muchos los que lo hagan.
Nota:
Quienes estén interesados en obtener un ejemplar me lo pueden notificar en privado o al móvil
686088577
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