Historias de Alumbres: SOBRE EL BOLILLO EN ALUMBRES

Encuentro de bolillo en Roche 1-5-2014 con participación de Alumbres. Foto Francisco Atanasio Hernández

El encaje de bolillo tiene sus orígenes en el siglo XVI, y se extendió por Europa occidental a lo largo de los siglos XVII y XVIII, por Venecia, Flandes, Bruselas y en varias poblaciones de Francia, lugares donde se trabajaba para el mercado.

Aunque en España hubo poblaciones que se dedicaron a la producción mercantilista, como Galicia (Camariñas), Cataluña y La Mancha (Almagro), en esta zona siempre fue para consumo particular, en muy pocos casos se realizaron trabajos de encargo.

Encuentro de bolillo en Alumbres 6-11-2016

Los encajes supusieron un toque de distinción de la nobleza que ostentaba encajes en sus vestidos, tanto masculinos como femeninos, cuellos, bocamangas, mantillas etc., y también ropa de cama, cortinas, tapetes, decorados,...

Encuentro de bolillo en Roche 2014 con participación de Alumbres. Fotos Francisco Atanasio Hernández

La mujer, a lo largo de la historia, ha jugado un importante papel en la conservación de las tradiciones en general y en el encaje del bolillo en particular en el campo de Cartagena.

En ese sentido podemos decir que el conocimiento del bolillo en Alumbres es muy antiguo, y siempre hubo mujeres aficionadas que adquirieron el conocimiento de la técnica a través de sus antepasados femeninos, para ropa de comunión y especialmente para preparar el ajuar con esmero para un futuro que esperaban no estuviera muy lejano. También las hubo, que trabajaban el bordado con verdadera maestría y con la misma intención de ir haciendo el ajuar.

Mi prima Concha Reche (RIP), me contaba que ella hacía encaje de bolillo desde su adolescencia, y que en la actualidad se ha puesto de moda impulsado por mujeres aficionadas al bolillo, respaldadas por organizaciones de mujeres de los pueblos del campo de Cartagena, con la pretensión de que perdure esta agradable y provechosa tradición, por lo que se programan concentraciones de bolilleras todos los años en Alumbres, La Unión, La Palma, San Javier, Los Dolores, El Albujón, y otros lugares de la Comunidad Autónoma de Murcia.

En 1997, la “Asociación de Mujeres Encajeras de Bolillo Santa Florentina de La Palma” dio un paso al frente recuperando la tradición del encaje de bolillo y en poco tiempo se expandió por toda la Región, y un año después en 1998, convocaron el Primer encuentro Regional de Encajes de Bolillo”.

Encuentro de bolillo en Alumbres 2013

Encuentro de bolillo en Roche con participación de Alumbres. Foto: Francisco Atanasio Hernández 2018

En Alumbres no tardaron en seguir los pasos, y los días 26 y 27 de abril de 2003, se realizó el primer encuentro de bolillo en el pueblo.

Luego siguieron otros, como el del 17 de abril de 2005 y casi todos los años se convoca un encuentro de bolilleras en el pueblo, y supongo y espero que en el futuro continúen realizándolo.

Las asociaciones de Amas de Casa y otras organizaciones femeninas de corte parecido, pusieron en marcha talleres para enseñar este arte, y tuvieron mucho que ver en su expansión por los pueblos de la Región de Murcia.

Para la realización del encaje de bolillo son necesarios algunos materiales:

-Almohadilla o “Mundillo”, que sirve como soporte de la labor que se realiza, suele ser de forma cilíndrica y puede ir rellena de paja u otros materiales.

-Los bolillos se utilizan para enrollar el hilo y sujetarlo por medio de un nudo en una leve hendidura situada en la parte superior. Son de madera y en la actualidad suelen ser de pino.

-Los alfileres son necesarios durante la labor para sujetar los cruces de las guías.

-La hebra puede ser de hilos finos o gruesos, y materiales diferentes, de lana, de algodón, de seda, de fibras sintéticas incluso de metales como el oro, siempre dependerá de la calidad y del tipo de labor que se quiere desarrollar.

-El dibujo o “picao”, es el diseño dibujado tradicionalmente en cartulina o papel tela, y se agujerean los lugares donde irán clavados los alfileres para sujetarlo sobre el mundillo.

En la actualidad, las máquinas han dejado este arte como un entretenimiento, o hobby, aunque como es natural, las mujeres amantes del bolillo prefieren continuar practicando y enseñando la tradición.