lunes, 14 de octubre de 2019

LA SEGUNDA TRANSICIÓN ESTÁ MÁS PODRIDA QUE LA PRIMERA


         
             Una vez más, y van muchas ya, la supuesta "democracia plena" que según el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, nos hemos dado los españoles, hace aguas, después de haber conocido que el CNI ha espiado a un número indeterminado de ciudadanos, por lo que nadie puede estar seguro de no haber sido espiado a través de su móvil, sobre todo, si tenemos en cuenta que la responsable es una persona con un amplio currículum antidemocrático,  concretamente Margarita Robles, y que lo primero que dijo para justificarlo es que todo era legal, claro que no nos aclaró que la Ley de Secretos Oficiales es franquista, concretamente de 5 de abril de 1968.

          Por lo tanto, cualquier persona, mínimamente interesada por la política española, habrá podido comprobar, que aunque los poderes públicos y los medios amamantados por el estado se han esforzado en darle brillo a los más que oscuros acuerdos por una transición democrática, lo cierto es que el régimen del 78 no tiene nada que ver con un sistema democrático, porque el franquismo hoy está más vivo que nunca.

          Hace unos años, hacia 2015, justo cuando aparecieron en la escena política nuevas formaciones dirigidas por personas con nombres sugerentes como, Rivera por Ciudadanos e Iglesias por Podemos, se inició un proceso reformador al que yo llamaría segunda Transición, que creo que está más podrida aún que la primera, puesto que todo indica que los dos últimos fracasos para formar Gobierno entre el PSOE y Podemos, estaban previstos en un programa teatral nada edificante.

            De hecho, después del batacazo que ambos se dieron tras la repetición de las elecciones, se dieron muchas prisas en formar gobierno "el Gobierno más progresista de la historia", dijo Pedro Sánchez, pero la realidad es que Podemos, poco a poco ha ido perdiendo su independencia, y actualmente se ha convertido en una célula dependiente de las decisiones de la opción mayoritaria en el Gobierno, incluso alguno de sus miembros como Yolanda Díaz, ya no esconde su total aceptación de la política del PSOE, y adula su política como un militante más.
Claro que muchas veces nos preguntamos si la sociedad española se merece la podrida clase política que le ha tocado en desgracia, pero antes de responder deberíamos plantearnos si nuestra actitud, la de la mayoría de la sociedad, es pulcra y honrada consigo mismo y con los demás.

Creo que ahí está la clave de esta degenerada "casta política" (término acuñado por los políticos de Podemos antes de coger sillones), que ya no disimula lo que le divierte burlarse de los electores, con reiteradas y mayúsculas mentiras y debates insulsos sobre inexistentes programas electorales, y cómo no, también de las bases de los partidos políticos que ya solamente cuentan para darles carta blanca a los dirigentes.

            Y es que, me produce sonrojo volver a escuchar a Pedro Sánchez, y sus amiguetes mediáticos, declarar al PSOE como el partido de izquierdas, porque por esa misma regla, propia de farsantes profesionales, los de extrema derecha, es decir Vox, se pueden calificar de demócratas, y ya sabemos cómo las gasta la extrema derecha cuando alcanza el poder.

            Tres años en el gobierno y nos han engañado como a idiotas, prometieron derogar la Reforma Laboral de Rajoy y la Ley Mordaza, iban a reformar la Constitución, garantizarían la subida anual de las pensiones por Ley según el coste de la vida, etc., etc., etc. mentiras y más mentiras.

              En la actualidad la sociedad está harta de padecer los efectos de una carestía de la vida desenfrenada, que en 9 meses ha hecho trizas los pequeños incrementos salariales de finales de año, las eléctricas, las petroleras, los bancos, los artículos de primera necesidad, etc., suben precios sin control y ni el gobierno progresista, ni la Europa que se supone democrática hacen nada para evitar el sistemático empobrecimiento y el incremento de la desigualdad de la sociedad.

              Y ahora además, culpan de todo a la guerra de Ucrania, pero tanto España como Europa y la OTAN, no se limitan a condenar a Rusia, sino que alimentan la guerra en terreno europeo, enviando armas y dando ánimos a los de Zelensky, para que la guerra dure mucho, además de bloquear y censurar todas las opiniones y divulgaciones contrarias a la ideas que difunden ellos.
 
              Podemos, no solo no se ha opuesto a la actitud bélica de España, Europa y la OTAN, sino que continúa respaldando al Gobierno. Es decir, han perdido incluso el carácter pacifista que durante mucho tiempo albergaban en su ideario.  

         Sinceramente, esta segunda transición ofrece más dudas que la primera, entre otras razones porque el principal socio del Gobierno del PSOE, Podemos, ha incumplido los principales puntos de su programa y se ha limitado a sacar adelante pequeñas mejoras que satisfagan a sus electores, y por lo visto, que los jueces y los partidos mayoritarios se pasen la Constitución por el forro, no es nada que inquiete al partido que se presentó ante la sociedad con consignas como "Le llaman democracia y no lo es", por lo tanto, para ellos, esta degradación integral de la democracia durante sus tres años de mandato si es admisible.

            Se apuntaron la exhumación y el traslado de los restos de Franco como un éxito del partido, y sinceramente, después de 40 años de haber resistido que cada año los fascistas le rindieran honores impunemente, a los demócratas nos parece una burla política y judicial más, mientras el sistema parece una extensión del franquismo que destila déficit democrático por todos sus estamentos. 
 
            Las sentencias del procés, demuestran, una vez más, que en España no hay justicia democrática, porque juzgaron la puesta en escena de urnas que no servían para nada, porque el resultado no podía ser vinculante, como un acto de sedición y rebelión.

            Por si fuera poco, hay que recordar, que fue el PSOE de Pedro Sánchez el principal socio del Gobierno de Rajoy para imponer el 155 a Cataluña con lo que se le retiraban las competencias, y también fue el mismo PSOE absteniéndose en la Moción de Censura quien evitó que el PP fuera apartado del Gobierno y se convocaran nuevas elecciones antes.

             Y por si no fuera suficiente, el Consejo General del poder Judicial, ha cumplido más de 4 años de ampliación de su mandato, al no haber acuerdo entre los partidos mayoritarios PSOE y PP para nombrar a los nuevos jueces, y por lo visto, no hay leyes que obligue a dimitir a los que han caducado su mandato.

            Es más, hay que recordar que el PSOE es el partido que más tiempo ha estado en el Gobierno de la Nación, y sin embargo, no solo no ha hecho nada por eliminar los símbolos franquistas de las calles de este país, sino que en muchos casos han sido sus representantes municipales quienes lo han impedido y justificado su permanencia.

            Son muchas las veces que han defraudado a esta sociedad como para creer una sola palabra de quien actúa como el partido de la derecha en el poder, cuando los poderes fácticos necesitan que actúe con toda su contundencia en su favor, y que siembra muchas dudas sobre sus principios democráticos, porque hasta ahora sólo ha dado razones para desconfiar.

            

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