lunes, 24 de julio de 2017

SFC MINERVA 2012-2017. LA TERCERA DIVISIÓN ES LA PRÓXIMA ESTACIÓN

Este nuevo libro, y ya llevo unos cuantos sobre Alumbres, mi pueblo, lo dedico por entero a los cinco años del equipo de fútbol de la Sociedad de Fomento y Cultura Minerva de Alumbres, la SFC Minerva, que la próxima temporada 2017-18 competirá en Tercera División.


            DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS
            Este sencillo pero emotivo trabajo destinado a perdurar frente al implacable paso del tiempo, se lo dedico a todos los que han hecho posible que la dilatada historia del fútbol en Alumbres, se vea agigantada con las cinco últimas temporadas de la SFC Minerva que relato a continuación, y que espero sea bien acogido por los aficionados alumbreños.

            La lista es larga, por lo que he decidido no mencionar a nadie en particular en esta página, porque ya los menciono a todos y cada uno de los que fueron protagonistas o colaboraron con el Club, en las temporadas correspondientes.

            Evidentemente, la participación de la Directiva de la Sociedad de Fomento y Cultura Minerva, o Casino, como lo conocemos los alumbreños, y la de su Club de Fútbol SFC Minerva, han jugado un papel determinante en todos estos años, en los que se ha llegado al más alto nivel deportivo que se podía soñar. Primero por poner en marcha el humilde pero ambicioso proyecto y fundar la SFC Minerva en 2012, y segundo por el esfuerzo mayúsculo que se ha tenido que hacer para la obtención de los recursos económicos necesarios, así como para la realización de otras tareas menos perceptibles, pero no menos importantes e imprescindibles que las del dinero.

            En el fútbol, el equipo, los jugadores, son los principales protagonistas, pues sin ellos no hay juego, y cuando digo jugadores me refiero a todos los que han pasado por las filas de la SFC Minerva desde su fundación, unos con más fortuna que otros, pero todos pusieron su granito de arena para engrandecer a este Club, y todos me merecen el mismo respeto y consideración.

Es verdad que en un mundo como el actual, diseñado para que compitamos con nuestra sombra si fuera necesario, unos dejaron una huella más profunda que otros, por lo que los éxitos siempre serán más recordados que los fracasos, pero todos, absolutamente todos los jugadores, se tienen que sentir orgullosos de haber formado parte de este Club, y haber salido a jugar a nuestro querido Secante, y en otros campos de la geografía murciana a defender los colores de nuestro equipo.

No puedo olvidarme de los técnicos, que en los dos primeros años fueron aficionados y directivos de la casa, y luego, a partir de la tercera temporada, la de 2014-15, el equipo técnico estuvo encabezado por un gran entrenador, sin duda alguna uno de los mejores que hemos tenido en Alumbres hasta ahora, y que condujo a nuestro equipo y a nuestra afición a disfrutar de tres años de ensueño.

            Ni quiero, ni puedo, olvidarme de los fieles aficionados/as alumbreños que apoyaron y animaron en todo momento al equipo, y estuvieron con él en las verdes y en las maduras. Deben de sentirse orgullosos con lo que se ha conseguido en este período, porque la SFC Minerva, se ha ganado el respeto y la admiración del mundo del deporte en general y del fútbol en particular, no solo de la Comarca de Cartagena-La Unión, sino también del resto de la Comunidad Autónoma de Murcia.

            Siempre he sido agradecido, y en este apartado, es también inevitable para mí, dedicar unas palabras de agradecimiento a las empresas y organizaciones ajenas al Club que han colaborado en la edición de este humilde trabajo.

A Francisco Muñoz Barceló, padre de Barceló, uno de nuestros más estimados ex jugadores, por toda la ayuda que me ha prestado para hacerlo posible y por el que han venido a colaborar, su propia empresa, Construcciones Nuevos Horizontes, y las sociedades Insetec, Pladur Escayola y Macer Decoración que han hecho un esfuerzo para sumarse a la idea de colaborar con la obra.
Al Club Atletismo Mandarache, del cual soy socio, y con el que aún participo en carreras populares enfundado en su camiseta, y al Kiosko de prensa y revistas Los Juncos, que gestiona su presidente José Francés Carrillo, les agradezco sinceramente su respaldo.
Por último, quiero también agradecerle a la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Cartagena, su colaboración en la publicación de este entrañable trabajo para mí y para todos los amigos y aficionados de la SFC Minerva.

            Por todo ello, sólo me resta darle las gracias a todos, por todo lo que nos han dado, cada uno a su manera y según sus posibilidades.

¡¡GRACIAS POR TODO LO QUE NOS HABÉIS DADO!!
           
  
            La Sociedad de Fomento y Cultura Minerva de Alumbres, tiene una dilatada historia, pues aparece en el registro del Gobierno Civil con el nº de orden 2612, según las normas que regían en la época, el 7 de abril de 1924, cuyos principios programáticos eran instrucción y recreo. Estableció su domicilio en el nº 52 de la calle Mayor de Alumbres y posteriormente, en los años 40 del pasado siglo XX, se mudó al nº 43 de la misma calle. Se gobernaba o administraba por medio de una directiva y los recursos para su mantenimiento los obtenía por medio de cuotas periódicas que abonaban los socios. En principio se estableció que en caso de disolución de la sociedad sus fondos fuesen destinados al Hospital de Caridad de Cartagena.
                Minerva, hace alusión al sentido cultural de la Sociedad, ya que Minerva, antigua diosa romana es protectora de Roma como tal, pero sobre todo patrona de los artesanos y del trabajo manual. Posteriormente fue asimilada a la diosa Atenea, de la mitología griega, y entonces se convirtió en símbolo del conocimiento y la sabiduría para Roma. Se le representaba armada y cubierta con casco y coraza igual que Atenea.
            Muy poco después de su fundación creó diversas secciones culturales y deportivas, entre las que cabe destacar el Minerva F.C., que empieza a dejar huella de su paso por el mundo deportivo en ese mismo verano de 1924. El Minerva es sin duda el equipo más longevo del pueblo, y si ha sobrevivido al paso del tiempo, ha sido gracias a la nave nodriza, La Sociedad, Casino, o como queramos denominarla, que siempre estuvo ahí, fomentando y respaldando el fútbol alumbreño, incluso en los momentos de mayor penuria económica, fue él quien mantuvo los equipos de fútbol del pueblo y quien realizó el abono regular del alquiler de nuestro querido Campo de Fútbol, El Secante.
            El largo período de 27 años de gloria futbolística de La Salle Minerva en el fútbol base, se le debe a la Sociedad Minerva, que fue quien destacó a sus mejores aficionados para la fundación del Club de fútbol base que recorrió la geografía española dando fama y honra a nuestro pequeño pueblo. 
Desde que se le conoce, la Sociedad o Casino, ha sido el principal lugar de encuentro de los varones mayores de edad del pueblo. La mayoría de los jóvenes, siempre aspiraron a ser socios del Casino en cuanto fuesen mayores y tuvieran ingresos propios, entre otras cosas, porque era el lugar donde se podía encontrar a los amigos, leer la prensa diaria, o pasar un rato distraído con juegos tan variados como las cartas, el parchís, dominó, damas, o ajedrez. Para los jóvenes, tenía el aliciente añadido de que el equipo de fútbol del pueblo, el Minerva, estaba sustentado por la Sociedad y era natural que los jóvenes aficionados al fútbol, no sólo desearan ser socios sino que se sintieran orgullosos de serlo.

Pues bien, hace unos años, concretamente en marzo de 2012, por iniciativa de un buen número de socios aficionados al fútbol, se fundó la SFC Minerva, que en la actualidad está preparándose para disputar el Campeonato de Tercera División, tras proclamarse brillantemente Campeón en la categoría de Preferente Autonómica. Curiosamente, en los más de 108 años de historia del fútbol alumbreño, nunca antes hubo en el pueblo un equipo sénior federado que compitiera en categoría regional, y mucho menos en Categoría Nacional, pues solamente en fútbol base se había llegado a la máxima categoría, División de Honor de Juveniles, pero incluso en ese alto nivel de fútbol base, en mi opinión es otro mundo. 

La SFC Minerva debutó en el Campeonato de Segunda Categoría Autonómica en la temporada 2012-13, y tengo que añadir que la mayoría de los jugadores aficionados eran del pueblo, y su participación fue bastante digna, como digno fue el puesto 9º de 18 clubes que ocupó en la clasificación final de la temporada, justo en la mitad de la tabla. Además, este equipo tuvo el honor de jugar sus partidos en nuestro querido Secante, casi centenario ya, cubierto de un excelente césped artificial en octubre de ese mismo año 2012.
Con esta iniciativa, la Sociedad Minerva volvía a poner de actualidad el principio cultural y deportivo que enmarcaba su fundación y existencia, y que había perdido tras la desaparición de La Salle Minerva en el año 2000.
La siguiente temporada, la de 2013-14, volvíamos a competir en Segunda Categoría, introduciendo algunos pequeños retoques en la plantilla con la intención de conseguir el ascenso a Primera, y se habría conseguido de forma directa, si la racha victoriosa inicial no se hubiera roto en la jornada 9ª,  pero aunque no se obtuvo por derecho, porque la clasificación final no lo permitía, sí lo conseguimos porque otros en mejor posición de la tabla lo rechazaron.
El debut en Primera Categoría en la temporada 2014-15, vendría precedido de la llegada de un nuevo entrenador, al que le acompañaban 20 jugadores que conocía desde su época de fútbol base, y que se sumarían a otros 4 que iban a seguir de la temporada anterior.
Los partidos de pretemporada ya anunciaban diversión para los aficionados, pues el conjunto de jugadores funcionaba disciplinadamente a las órdenes del técnico, y se obtenían resultados extraordinarios, pues de 7 enfrentamientos amistosos, 4 fueron victorias y 3 empates.
Los inicios de la temporada disfrutaron del mismo estilo positivo que el final, y en la jornada 13, tras la derrota al Beniaján a domicilio, la Minerva cogía el mando de la clasificación, y ya no lo dejaría hasta acabar la temporada con 16 puntos de separación del 2º clasificado La Hoya Lorca, y 18 del 3º el Beniaján, además de romper varios récord de la categoría de todos los tiempos, como es terminar la temporada invicto, con 30 partidos ganados y 4 empatados, o la puntuación final, entre otros apartados.
Por otro lado se ascendía a Preferente Autonómica, que también era una categoría por estrenar en Alumbres y en definitiva, esta fue una temporada genial, fantástica, que será muy difícil de olvidar por los aficionados alumbreños que como yo tuvieron la suerte de ser testigos presenciales.
Comenzamos la temporada preferente de 2015-16 como novatos, pero sin complejos, y ya en los primeros compases de la liga se pudo observar que había equipo para hacer historia, sin embargo, en la jornada 8, el enfrentamiento y derrota con el Algar en el Sánchez Luengo, pasó factura al conjunto de Alumbres y a partir de aquí sufrió un profundo bache de resultados alejándolo de la cabeza de la tabla, que durante algunas jornadas había comandado.
No obstante, a lo largo de la competición, siempre estuvo clasificado entre los seis primeros, y aunque su participación no se puede comparar con la anterior temporada, ésta también hay que calificarla de excelente, entre otras cosas porque superó la fase de novato y consiguió colocarse el sexto de la clasificación final, lo que le daba derecho a disputar los playoff de ascenso a Tercera.
Primero jugó la eliminatoria contra el Olímpico de Totana, y luego contra El Algar, y en el partido de vuelta en el Sánchez Luengo, fue donde se decidió quien sería el equipo que ascendía de categoría, y la suerte se alió con El Algar, que marcó un gol más que la Minerva.
La definitiva, la pasada temporada 2016-17, saltamos al césped con la sensación de que esta podía ser la nuestra, los resultados eran positivos sin ser arrolladores, y la suerte inclinaba la balanza a nuestro lado, y poco a poco fuimos cogiéndole gusto a la cabeza de la tabla, hasta que en la jornada 15, un pinchazo del Bala Azul ante el Cartagena “B” y una victoria de la Minerva contra el Abanilla en El Secante, lo colocó en la cabeza de la clasificación y ahí estuvo hasta la finalización de la temporada, cuyo último partido fue disputado contra el Bala Azul en el Polideportivo Playasol del Puerto de Mazarrón, donde la SFC Minerva, le puso la guinda al pastel del ascenso a Tercera División que había conseguido 4 jornadas antes, proclamándose Campeón de la Liga tras derrotar al Bala.
Por supuesto, nunca antes un equipo de Alumbres había competido en Tercera División, y en los momentos en los que escribo estas líneas, sé que tenemos un nuevo entrenador con un buen currículum, y un conjunto de jugadores dispuestos a hacer felices a los aficionados alumbreños, porque van a luchar por mantener al equipo en Tercera División, y que sea por muchos años.


Fuentes Consultadas y/o utilizadas

Libros
-Francisco Atanasio Hernández. SFC Minerva 2012-2017 ¡¡La Tercera División es la próxima                estación!!
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres algunas historias pendientes.

Documentos 
-Crónicas personales de todos los partidos.
-Encuadernaciones de cada temporada desde 2012 a 2021 en que dimití de mi cargo en el Club.

 Fotos
-Francisco Atanasio Hernández. Archivo particular en papel y digital de todos los partidos.
-Francisco Atanasio Hernández. Collages.



martes, 18 de julio de 2017

UNA TARDE EN LOS CUCONES

            Por Los Cucones, se conoce a un tramo de la rambla que pasa por detrás del campo de fútbol de Alumbres, El Secante, y que en otros tiempos, a veces, era el vestuario ocasional de los equipos de fútbol.
            En otra época, Los Cucones era un lugar entrañable para los críos cada vez que llovía, y en esta parte de la geografía española ya entonces llovía poco, aunque cada vez que lo hacía lo era de forma torrencial, y se llenaban los agujeros en la roca caliza que formaba el fondo de la rambla de Los Cucones, y éstos se convertían en piscinas naturales durante unas semanas, tiempo que los críos aprovechaban para utilizarlos como lugar de baños.

            Las fotos del lugar que aporto son recientes y en ellas se puede observar que el cauce está lleno de maleza y escombros, pero por las fechas del relato, había varios rebaños de ganado de cabras y ovejas que frecuentaban estos lugares, además de que numerosos vecinos recogían hierbas para los animales que criaban en casa y para otras utilidades hoy caídas en desuso, por otro lado, era habitual la extracción de arena de la rambla para la construcción, por lo que se veía menos verde por allí. Además, los agujeros en la roca donde se bañaban los críos, hoy están cubiertos por la tierra y los escombros que la lluvia ha ido arrastrando hasta ellos, en cuyos lugares sobresale la maleza.
Los Cucones con la zona más rocosa en primer plano. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Durante aquellos primeros días de septiembre, acababa de caer una fuerte tormenta que había hecho correr la rambla con violencia, y Los Cucones, se encontraban rebosantes de agua y de alegría chiquilleril. Desnudos, como habían venido al mundo, saltaban, nadaban, se zambullían, y eran felices, disfrutando del particular parque acuático que oportunamente la naturaleza les concedía dos o tres veces al año.
            Estaban tan concentrados en sus diversiones que no se percataron cómo alguien al que ignoraron totalmente, y que casualmente pasaba por allí, se acercaba a las ropas de los bañistas y haciendo con ellas un bulto informal, se las llevaba consigo y desaparecía del lugar con la misma celeridad y discreción que había aparecido.

            Unas horas después, empezaba a caer la tarde y los críos pensaron que ya era tiempo de marcharse, pero ¡Oh sorpresa! ¿dónde está mi ropa? ¿y la mía qué? ¿anda, mi ropa tampoco está? ¿quién se las habrá llevado? Aquél fue un mal rato de confusión y desasosiego, pero había que superarlo, y eso los críos saben hacerlo muy bien.
Vista de Los Cucones desde el Este. Foto: Francisco Atanasio Hernández
En cueros, no se podían presentar en el pueblo porque serían el hazme reír de todo el mundo, y no estaban dispuestos a pasar por esas, por otro lado tampoco podían llegar con esa facha a sus casas, porque en aquellos tiempos de carencias, algunos de esos críos sólo tenían para ponerse, la ropa que habían perdido, y lo normal es que los padres se tomaran el asunto a la tremenda. En esas condiciones, optaron  por esperar a que oscureciera para volver a sus casas envueltos en la penumbra de la noche, y consiguieron llegar a sus domicilios escondiéndose en cada esquina, y eligiendo los lugares más oscuros para evitar tropiezos inesperados y miradas inoportunas. Y cuando cruzaron el umbral de sus viviendas, el que más y el que menos se topó con otra mayúscula sorpresa que les estaba esperando cuidadosamente doblada encima de una silla ¡Qué hace aquí mi ropa! ¿eso digo yo, si esa es tu ropa cómo es que vienes desnudo? ¡es que estábamos jugando y...! ¡ya, ya, no te esfuerces, que me sé la copla!

Al fin todos recuperaron felizmente sus ropas, y esa fue una alegría para el cuerpo, pero la felicidad fue corta, porque, unos con más y otros con menos fortuna, todos se acostaron con el culo caliente, puesto que los padres se tomaron en serio lo de darles una lección que no olvidaran nunca, y lo pusieron en práctica en aquel mismo momento. Y es que, ¡Hay que nadar y guardar la ropa!, según dice el refrán.
Agujero en la roca que se utilizaba para los baños. Foto: Francisco Atanasio Hernández
 
El Icue en la intersección de Puertas de Murcia, Carmen y Jabonerías de Cartagena
Foto: Francisco Atanasio Hernández
El Icue representa a los niños traviesos de Cartagena que se pasaban el tiempo jugando en la calle, por lo tanto, también podría valer para representar a muchos de sus contemporáneos de Alumbres.


Fuentes consultadas y/o utilizadas

Libros
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres algunas historias pendientes.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández. 

Testimonios
-Mis recuerdos.

jueves, 6 de julio de 2017

LAS MUJERES DE ALUMBRES.

A mi abuela materna
Josefa “la Guirrarra”
que me daba para merendar
una rebanada de pan con aceite y azúcar
y me pagaba el cine los domingos.

La mujer alumbreña en general, y algunas en particular,  ha sido y es, sin lugar a dudas una mujer luchadora, que a lo largo de la historia del pueblo, en muchos casos se las ha tenido que arreglar sola para sacar a su familia adelante, y en otros ha significado el apoyo imprescindible del hombre, no sólo para obtener los recursos económicos suficientes para alimentar a su familia, sino también la ayuda moral necesaria en la lucha diaria. Ellas han sido el mejor y más importante punto de apoyo de los hombres de este pueblo en los momentos difíciles.
Mujeres de trabajadores de Fert5ilizantes en la plaza del Ayuntamiento el 15 de diciembre de 1992, durante la histórica manifestación en Cartagena a la que asistimos más de 30.000 personas. 
La fábrica de Explosivos de Alumbres, conocida como Garrabino, durante poco más de un siglo, significó la más importante fuente de ingresos de muchas familias del pueblo, donde trabajaron numerosas alumbreñas, entre las que quiero destacar a mi abuela materna que trabajó allí más de 40 años, y a la que siempre echaré de menos.
Durante la mayor parte del siglo XX, las mujeres trabajadoras que eran madres, no podían permitirse el lujo de faltar al trabajo, y si lo hacían, era por el tiempo imprescindible. En la primera mitad del siglo, era fácil ver, cómo una niña de menos de 10 años, que no iba al colegio porque tenía que cuidar de sus hermanos más pequeños, le llevaba a su madre al bebé que estaba en período de lactancia, para que lo amamantara en la puerta de la fábrica y pudiera seguir trabajando después. Es sólo una sustancial diferencia con los permisos de maternidad y lactancia de la legislación actual.
No obstante, las mujeres que no estaban ocupadas ni en Garrabino ni en otro lugar, también supieron buscarse la vida realizando otras labores, como la pleita de esparto, para lo que solían reunirse varias mujeres en casa de una de ellas hasta muy avanzada la noche, y para algunas de éstas, igual que para las que tenían otra ocupación, no había descanso ni en festivos, porque había que seguir en casa, y nunca pidieron salario por cumplir con su obligación de madres y esposas.
De esta manera, muchas mujeres, mantenían o ayudaban a salir adelante a sus familias, a base de trabajo y sacrificio.
Encuentro de bolillo en Alumbres 17-11-2013. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Además, en Alumbres siempre hubo un buen plantel de modistas que cosían y enseñaban a coser a las jóvenes, y también artistas del bordado y el bolillo, de cuyas labores conseguían sacar un suplemento económico con el que ayudarse. Todavía hay mujeres en el pueblo que se dedican a la costura y no para distraerse precisamente.
En esos tiempos había que hacer toda la ropa a mano, a diferencia de la actualidad que todo viene elaborado de fábrica, y en la calle Prefumo hubo una sastrería que después se trasladó al Malecón, (en la orilla de la rambla) donde se confeccionaba ropa de hombre, y trabajaban algunas jóvenes del pueblo.
Mi prima Concha Reche, que por esa época estuvo allí de aprendiz sin sueldo, hace años me contaba, que Antonia “la del Comerciante”, Mari “del Ladrillero”, Isabel Morales y Antonia “de Eleuteria” cosían muy bien y por esa razón cobraban por su trabajo.
            Recordaba también que Mari “la Lirina” cosía ropa de mujer y que entonces prefirió irse con ella porque no le gustaba coser la ropa de hombre. Gertrudis también era modista y tenía muy buena reputación.
Por la década de los sesenta, había en Alumbres un taller de costura en la casa de Ángel Esparza, “Ángel el Chucho” donde iban a aprender muchas de las jóvenes de la época.
            Ahora podemos decir, que hay muchas mujeres del pueblo que tienen merecida fama en la especialidad de corte y confección, y que a algunas de ellas, le ha servido para sacar adelante a sus hijos y no sólo para distraerse y ahorrarse unas pesetas en el vestido.

Por aquellos años había también mujeres que dominaban el bolillo y hacían encajes, para juegos de cama, cortinas, tapetes, etc., y se preparaban su ajuar con esmero para un futuro que esperaban no estuviera muy lejano. También las había que trabajaban el bordado con verdadera maestría y con la misma intención de ir haciendo el ajuar.
Encuentro de bolillo en Roche 1-5-2014. Foto: Francisco Atanasio Hernández
El encaje de bolillo tiene sus orígenes en el siglo XVI, y en Alumbres tiene numerosas aficionadas que han ido adquiriendo el conocimiento de la técnica a través de sus antepasados femeninos y en estos tiempos por medio de la organización de talleres de aprendizaje.
Concha me contaba, que ella hacía encaje de bolillo desde su adolescencia, y que en estos tiempos se había puesto de moda la realización de esta actividad, como una forma de conservar ciertas tradiciones, por lo que se programan concentraciones de bolilleras todos los años en Alumbres, La Unión, La Palma, San Javier, Los Dolores, El Albujón, y otros lugares de la Comunidad Autónoma de Murcia.

Muchas mujeres del pueblo, no han dudado en limpiar escaleras, casas particulares de vecinos con economías más solventes, o tuvieron que desplazarse a Cartagena, La Unión, el poblado de Repesa, o a las playas en verano, a “servir”, o a realizar trabajos de limpieza en las fábricas del Valle de Escombreras. Esas como otras realizaron, y muchas siguen haciéndolo todavía, cualquier trabajo decente que reporte los ingresos necesarios para mantener a la familia. 
            Para todo hay excepciones, pero en general, las mujeres de Alumbres se han forjado en la lucha por la subsistencia codo con codo con el hombre en la consecución de mejoras para el presente y para el futuro de los suyos.
Alumbreños, hombres, mujeres y niños, reclamando el desvío de la vía en 2004
Un pequeño grupo de mujeres de este pueblo, fueron imprescindibles protagonistas en muchos de los actos que se realizaron durante la crisis del sector de Fertilizantes a principios de los años 90.
Hay que recordar que antes ya, en 1975, durante el encierro de una semana de los trabajadores de ASUR en la factoría de Escombreras, algunas de las mujeres de los alumbreños que allí trabajábamos, demostraron que se podía contar con ellas para el futuro, y siguieron haciéndolo después con el mismo ímpetu en el mes de huelga que tuvimos que llevar a cabo para mejorar nuestros escuálidos salarios en 1976, y posteriormente en la crisis industrial que azotó a la comarca también jugaron un importante papel. Sólo lamento que no estuvieran todas las que tenían que estar, y solamente fueran unas pocas las que supieron darle su apoyo a los suyos en los momentos difíciles.
Durante la suspensión de pagos del Sector de Fertilizantes de 1992-93 en manos de KIO-ERCROS, la participación de un grupo de mujeres en defensa de los puestos de trabajo de sus parejas tuvo una importancia crucial, ayudando con sus actividades autónomas no sólo a que se mantuvieran ASUR y Explosivos Río Tinto en El Hondón, sino a que la Administración se comprometiera a crear nuevas empresas para recolocar a los excedentes laborales. AEMEDSA, TRADEMER, Químicas del Estroncio, y el traslado de la fábrica del Hondón al Valle de Escombreras, (aunque ahora muchos de sus trabajadores acomodados prefieran olvidarlo) además de numerosas recolocaciones en General Eléctric, de muchos trabajadores que quisieron cambiar de aires, es el resultado del esfuerzo realizado por los trabajadores del sector y la inconmensurable ayuda de muchas de las mujeres de los trabajadores que sabían que su labor era también necesaria, entre las que estuvieron algunas alumbreñas como, Paquita Pérez Martínez, Salvadora Jiménez Ros, Conchi Díaz Martínez, Flora Barcelona; Carmencita Gómez; Paca Marín; Lola Marín, Maruja Conesa, Josefina Rojo, y puede que haya alguna más que no recuerdo, lo siento si me he olvidado de alguna.
Estas mujeres del pueblo, integradas en el numeroso grupo de mujeres de trabajadores del Sector de Fertilizantes de Cartagena, llevaron a cabo una serie de actos de protesta que difícilmente hubiéramos podido realizar los hombres, que ya teníamos bastante con nuestras propias movilizaciones diarias. Se encerraron en el Ayuntamiento de Cartagena dos veces, en la Asamblea Regional se encadenaron, viajaron a Madrid a manifestarse ante la embajada de Kuwait, todos los martes iban a Murcia a manifestarse frente al Palacio de San Esteban, etc., etc., etc.
Paquita Pérez Martínez, me recordó que la razón por la que una vez impidieron la salida del Talgo de Cartagena fue que no las dejaban subir al tren sin pagar el billete como hasta entonces hacían, porque sus maridos llevaban dos meses sin cobrar, y entendían que algo había que hacer para protestar por ese otro atropello empresarial.

Sin duda alguna debe de ser motivo de orgullo para el pueblo disponer de este plantel femenino, porque es una suerte tener de compañera a una mujer de esta naturaleza, que sabe estar con el hombre, no sólo para lo bueno sino también para lo malo. Los mejores amigos tienen que ser los que más cerca están de uno, y el que no tiene una compañera, o al revés, que lo anime y ayude a luchar por sus convicciones no sabe lo que es la amistad.
                            A ti, mujer
                            que  cada día me das
                            el aliento necesario
                            para seguir luchando
                por mis convicciones.
Esta es la dedicatoria que le hice a Dami, mi mujer, mi compañera y sobre todo mi amiga, en mi libro “Lo que me quedó de Alumbres en el siglo XX”.
Mujeres de Alumbres en una de las protestas contra la instalación de los depósitos de gas. Foto: Carlos Gallego (La Opinión)
Después, cuando en 1997, Repsol amenazó con la instalación de los depósitos de gas en el lugar donde estuvo Garrabino, las mujeres estuvieron defendiendo la supervivencia del pueblo codo a codo con los hombres, y una vez más, demostraron que ellas, son vanguardia necesaria e imprescindible en Alumbres.
Por esas fechas no se limitaron a participar en todo tipo de movilizaciones que se organizaron, sino que a partir de 1999, un grupo de mujeres (solamente mujeres) cogieron las riendas de las Chirigotas fundadas el año anterior, y se bautizaron con el nombre de “Presuntas Desterradas” para participar en Los Carnavales de Cartagena, con una intención evidente, aprovechar la ocasión que brindaban las fiestas para denunciar el propósito de Repsol – Butano.

Por último quiero recordar que en 1988, por iniciativa de un grupo de mujeres interesadas por la problemática de la mujer en la sociedad, y animadas por los vientos favorables que soplaban para las organizaciones femeninas, se constituyó la Asociación de Mujeres de Alumbres, en reunión celebrada con este motivo, donde aprobaron los estatutos y eligieron la Junta Directiva, y desde entonces organizan diversas actividades culturales y lúdicas para el colectivo femenino.


Fuentes consultadas y/o utilizadas

Libros
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Lo que me quedó de Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres algunas historias pendientes.

Testimonios
-Josefa Hernández Jiménez.
-Concha Reche Jiménez.
-Paquita Pérez Martínez.
-Mis recuerdos.

Prensa
-La Opinión.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández.