A mi abuela materna
Josefa “la Guirrarra”
que me daba para merendar
una rebanada de pan con aceite y azúcar
y me pagaba el cine los domingos.
La mujer
alumbreña en general, y algunas en particular,
ha sido y es, sin lugar a dudas una mujer luchadora, que a lo largo de
la historia del pueblo, en muchos casos se las ha tenido que arreglar sola para
sacar a su familia adelante, y en otros ha significado el apoyo imprescindible
del hombre, no sólo para obtener los recursos económicos suficientes para
alimentar a su familia, sino también la ayuda moral necesaria en la lucha
diaria. Ellas han sido el mejor y más importante punto de apoyo de los hombres
de este pueblo en los momentos difíciles.
Mujeres de trabajadores de Fert5ilizantes en la plaza
del Ayuntamiento el 15 de diciembre de 1992, durante la histórica manifestación
en Cartagena a la que asistimos más de 30.000 personas.
La fábrica
de Explosivos de Alumbres, conocida como Garrabino, durante poco más de un siglo, significó
la más importante fuente de ingresos de muchas familias del pueblo, donde
trabajaron numerosas alumbreñas, entre las que quiero destacar a mi abuela
materna que trabajó allí más de 40 años, y a la que siempre echaré de menos.
Durante la
mayor parte del siglo XX, las mujeres trabajadoras que eran madres, no podían
permitirse el lujo de faltar al trabajo, y si lo hacían, era por el tiempo
imprescindible. En la primera mitad del siglo, era fácil ver, cómo una niña de
menos de 10 años, que no iba al colegio porque tenía que cuidar de sus hermanos
más pequeños, le llevaba a su madre al bebé que estaba en período de lactancia,
para que lo amamantara en la puerta de la fábrica y pudiera seguir trabajando
después. Es sólo una sustancial diferencia con los permisos de maternidad y
lactancia de la legislación actual.
No obstante,
las mujeres que no estaban ocupadas ni en Garrabino ni en otro lugar, también
supieron buscarse la vida realizando otras labores, como la pleita de esparto, para
lo que solían reunirse varias mujeres en casa de una de ellas hasta muy
avanzada la noche, y para algunas de éstas, igual que para las que tenían otra
ocupación, no había descanso ni en festivos, porque había que seguir en casa, y
nunca pidieron salario por cumplir con su obligación de madres y esposas.
De esta
manera, muchas mujeres, mantenían o ayudaban a salir adelante a sus familias, a
base de trabajo y sacrificio.
Encuentro de bolillo en Alumbres 17-11-2013. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Además, en
Alumbres siempre hubo un buen plantel de modistas que cosían y enseñaban a
coser a las jóvenes, y también artistas del bordado y el bolillo, de cuyas
labores conseguían sacar un suplemento económico con el que ayudarse. Todavía
hay mujeres en el pueblo que se dedican a la costura y no para distraerse
precisamente.
En esos
tiempos había que hacer toda la ropa a mano, a diferencia de la actualidad que
todo viene elaborado de fábrica, y en la calle Prefumo hubo una sastrería que
después se trasladó al Malecón, (en la orilla de la rambla) donde se
confeccionaba ropa de hombre, y trabajaban algunas jóvenes del pueblo.
Mi prima
Concha Reche, que por esa época estuvo allí de aprendiz sin sueldo, hace años
me contaba, que Antonia “la del Comerciante”, Mari “del Ladrillero”, Isabel
Morales y Antonia “de Eleuteria” cosían muy bien y por esa razón cobraban por
su trabajo.
Recordaba
también que Mari “la Lirina” cosía ropa de mujer y que entonces prefirió irse
con ella porque no le gustaba coser la ropa de hombre. Gertrudis también era
modista y tenía muy buena reputación.
Por la
década de los sesenta, había en Alumbres un taller de costura en la casa de
Ángel Esparza, “Ángel el Chucho” donde iban a aprender muchas de las jóvenes de
la época.
Ahora
podemos decir, que hay muchas mujeres del pueblo que tienen merecida fama en la
especialidad de corte y confección, y que a algunas de ellas, le ha servido
para sacar adelante a sus hijos y no sólo para distraerse y ahorrarse unas
pesetas en el vestido.
Por aquellos
años había también mujeres que dominaban el bolillo y hacían encajes, para
juegos de cama, cortinas, tapetes, etc., y se preparaban su ajuar con esmero
para un futuro que esperaban no estuviera muy lejano. También las había que
trabajaban el bordado con verdadera maestría y con la misma intención de ir
haciendo el ajuar.
Encuentro de bolillo en Roche 1-5-2014. Foto: Francisco
Atanasio Hernández
El encaje de
bolillo tiene sus orígenes en el siglo XVI, y en Alumbres tiene numerosas
aficionadas que han ido adquiriendo el conocimiento de la técnica a través de
sus antepasados femeninos y en estos tiempos por medio de la organización de
talleres de aprendizaje.
Concha me
contaba, que ella hacía encaje de bolillo desde su adolescencia, y que en estos
tiempos se había puesto de moda la realización de esta actividad, como una
forma de conservar ciertas tradiciones, por lo que se programan concentraciones
de bolilleras todos los años en Alumbres, La Unión, La Palma, San Javier, Los
Dolores, El Albujón, y otros lugares de la Comunidad Autónoma de Murcia.
Muchas
mujeres del pueblo, no han dudado en limpiar escaleras, casas particulares de
vecinos con economías más solventes, o tuvieron que desplazarse
a Cartagena, La Unión, el poblado de Repesa, o a las playas en verano, a
“servir”, o a realizar trabajos de limpieza en las fábricas del Valle de
Escombreras. Esas como otras realizaron, y muchas siguen haciéndolo todavía,
cualquier trabajo decente que reporte los ingresos necesarios para mantener a
la familia.
Para
todo hay excepciones, pero en general, las mujeres de Alumbres se han forjado
en la lucha por la subsistencia codo con codo con el hombre en la consecución
de mejoras para el presente y para el futuro de los suyos.
Alumbreños, hombres, mujeres y niños, reclamando el
desvío de la vía en 2004
Un pequeño
grupo de mujeres de este pueblo, fueron imprescindibles protagonistas en muchos
de los actos que se realizaron durante la crisis del sector de Fertilizantes a
principios de los años 90.
Hay que
recordar que antes ya, en 1975, durante el encierro de una semana de los
trabajadores de ASUR en la factoría de Escombreras, algunas de las mujeres de
los alumbreños que allí trabajábamos, demostraron que se podía contar con ellas
para el futuro, y siguieron haciéndolo después con el mismo ímpetu en el mes de
huelga que tuvimos que llevar a cabo para mejorar nuestros escuálidos salarios en
1976, y posteriormente en la crisis industrial que azotó a la comarca también
jugaron un importante papel. Sólo lamento que no estuvieran todas las que
tenían que estar, y solamente fueran unas pocas las que supieron darle su apoyo
a los suyos en los momentos difíciles.
Durante la
suspensión de pagos del Sector de Fertilizantes de 1992-93 en manos de
KIO-ERCROS, la participación de un grupo de mujeres en defensa de los puestos
de trabajo de sus parejas tuvo una importancia crucial, ayudando con sus
actividades autónomas no sólo a que se mantuvieran ASUR y Explosivos Río Tinto en
El Hondón, sino a que la Administración se comprometiera a crear nuevas
empresas para recolocar a los excedentes laborales. AEMEDSA, TRADEMER, Químicas
del Estroncio, y el traslado de la fábrica del Hondón al Valle de Escombreras,
(aunque ahora muchos de sus trabajadores acomodados prefieran olvidarlo) además
de numerosas recolocaciones en General Eléctric, de muchos trabajadores que
quisieron cambiar de aires, es el resultado del esfuerzo realizado por los
trabajadores del sector y la inconmensurable ayuda de muchas de las mujeres de
los trabajadores que sabían que su labor era también necesaria, entre las que
estuvieron algunas alumbreñas como, Paquita Pérez Martínez, Salvadora Jiménez
Ros, Conchi Díaz Martínez, Flora Barcelona; Carmencita Gómez; Paca Marín; Lola
Marín, Maruja Conesa, Josefina Rojo, y puede que haya alguna más que no
recuerdo, lo siento si me he olvidado de alguna.
Estas
mujeres del pueblo, integradas en el numeroso grupo de mujeres de trabajadores
del Sector de Fertilizantes de Cartagena, llevaron a cabo una serie de actos de
protesta que difícilmente hubiéramos podido realizar los hombres, que ya
teníamos bastante con nuestras propias movilizaciones diarias. Se encerraron en
el Ayuntamiento de Cartagena dos veces, en la Asamblea Regional se encadenaron,
viajaron a Madrid a manifestarse ante la embajada de Kuwait, todos los martes
iban a Murcia a manifestarse frente al Palacio de San Esteban, etc., etc., etc.
Paquita
Pérez Martínez, me recordó que la razón por la que una vez impidieron la salida
del Talgo de Cartagena fue que no las dejaban subir al tren sin pagar el
billete como hasta entonces hacían, porque sus maridos llevaban dos meses sin
cobrar, y entendían que algo había que hacer para protestar por ese otro
atropello empresarial.
Sin duda
alguna debe de ser motivo de orgullo para el pueblo disponer de este plantel
femenino, porque es una suerte tener de compañera a una mujer de esta
naturaleza, que sabe estar con el hombre, no sólo para lo bueno sino también
para lo malo. Los mejores amigos tienen que ser los que más cerca están de uno,
y el que no tiene una compañera, o al revés, que lo anime y ayude a luchar por
sus convicciones no sabe lo que es la amistad.
A
ti, mujer
que cada día me das
el
aliento necesario
para
seguir luchando
por mis convicciones.
Esta es la
dedicatoria que le hice a Dami, mi mujer, mi compañera y sobre todo mi amiga, en mi
libro “Lo que me quedó de Alumbres en el siglo XX”.
Mujeres de Alumbres en una de las protestas contra la
instalación de los depósitos de gas. Foto: Carlos Gallego (La Opinión)
Después,
cuando en 1997, Repsol amenazó con la instalación de los depósitos de gas en el
lugar donde estuvo Garrabino, las mujeres estuvieron defendiendo la
supervivencia del pueblo codo a codo con los hombres, y una vez más,
demostraron que ellas, son vanguardia necesaria e imprescindible en Alumbres.
Por esas
fechas no se limitaron a participar en todo tipo de movilizaciones que se
organizaron, sino que a partir de 1999, un grupo de mujeres (solamente mujeres) cogieron las riendas de
las Chirigotas fundadas el año anterior, y se bautizaron con el nombre de
“Presuntas Desterradas” para participar en Los Carnavales de Cartagena, con una
intención evidente, aprovechar la ocasión que brindaban las fiestas para
denunciar el propósito de Repsol – Butano.
Por último
quiero recordar que en 1988, por iniciativa de un grupo de mujeres interesadas
por la problemática de la mujer en la sociedad, y animadas por los vientos
favorables que soplaban para las organizaciones femeninas, se constituyó la
Asociación de Mujeres de Alumbres, en reunión celebrada con este motivo, donde
aprobaron los estatutos y eligieron la Junta Directiva, y desde entonces
organizan diversas actividades culturales y lúdicas para el colectivo femenino.
Fuentes consultadas y/o utilizadas
Libros
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Lo que me quedó de Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres algunas historias pendientes.
Testimonios
-Josefa Hernández Jiménez.
-Concha Reche Jiménez.
-Paquita Pérez Martínez.
-Mis recuerdos.
Prensa
-La Opinión.
-Francisco Atanasio Hernández.
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