domingo, 5 de agosto de 2018

ALUMBREÑOS FORÁNEOS…, CON HUMOR


          Nunca deja de sorprendernos la indescriptible capacidad creativa desarrollada por  la clase dirigente alumbreña de los últimos tiempos. Igual que hace dos siglos, como si el tiempo no hubiera pasado por Alumbres, analfabetos con mando en plaza. 

            Hace tan solo unos días nos enteramos de los detalles de la última obra magna, y es que, al menos una de las actuales organizaciones del pueblo, utiliza un término que parece que está bastante extendido entre los lugareños, “alumbreños foráneos”, para clasificar a los que por unas u otras razones residimos fuera de Alumbres, y la verdad, a estas alturas, y después de haber sido testigo de actuaciones poco edificantes de todo tipo, por parte de algunos de los actuales mandamases, es preferible tomarse a cachondeo este tipo de paparruchadas.

            No sabemos de qué diccionario se habrán sacado esta poco ingeniosa y chabacana denominación, aunque teniendo en cuenta algunos honorables episodios de nuestra historia, bien puede haber sido inspirada en el lenguaje utilizado por nuestro ínclito paleto, José Conesa Francés, primer Alcalde de Alumbres en 1813, el cual ponía una cruz donde debía de firmar porque era analfabeto, y que, con toda dignidad, antes de dos meses dimitió de su cargo argumentando que “le copiaban la firma”.

            Parece que no avanzamos mucho en los dos últimos siglos, pero no hay que desesperar, que según las Sagradas Escrituras, Dios no hizo el mundo de la noche a la mañana, y aquí hay mucha voluntad, sobre todo en no bajarse del sillón para que nadie ocupe el puesto que cada uno ostenta, y que como mínimo les sirve para fardar de personas preparadas e importantes, y eso para algunos hombres y mujeres, tiene un valor incalculable por lo que están dispuestos a todo, aunque no tengan ni idea de la actividad de la que son dirigentes.
Groucho Marx
El caso es que, muchos nacimos en Alumbres, y nunca hemos dejado de sentirnos alumbreños, por muy lejos que hayamos estado en algún momento de nuestras vidas, algunos de nuestros paisanos residen en Barcelona, Tarragona, Granada, Madrid, Castellón, Paracuellos de Jiloca…,  y en otras ciudades de esta España nuestra, y esos ansían volver al pueblo cuanto antes, porque lo extrañan sobremanera.
La mayoría de los que residimos fuera del pueblo, tenemos más suerte que los últimos mencionados, porque vivimos a unos pocos kilómetros de nuestra tierra, Cartagena y sus barrios, Roche, La Unión, Portmán, El Llano, El Algar, La Manga, Los Belones, etc., y en numerosas ocasiones coincidimos allí, pero posiblemente suscite alguna que otra envidia el hecho de que tengamos tanto, o más amor al pueblo, que los que se jactan de no haber salido nunca de él, aunque varios de ellos mienten como bellacos, porque o no son naturales de Alumbres, o también tuvieron sus largas épocas de residencia fuera del pueblo, y sin embargo tienen la osadía de calificarnos como “alumbreños foráneos” a los que residimos fuera.

El principio filosófico que enmarca la clasificación mencionada, lo describe muy bien Groucho Marx “Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”.

Entre los no residentes, hay algún atrevido como yo, que realiza trabajos de divulgación de nuestro pueblo y su historia de forma altruista, y ni pide permiso ni rinde pleitesía a nada ni a nadie, en un mundo en el que la mayoría de ciudadanos intentan congraciarse con estos personajes, que parece que hayan salido de una oferta de rebajas del mercadillo, y a los que no les importa llamarnos extranjeros, forasteros, extraños, o cualquier expresión rara que de pronto les haya llegado a la escasa imaginación, según todos los indicios, de las más lúcidas cabelleras de Alumbres.

Aquí no dimite nadie por muchos méritos que haya acumulado para ello, porque la pela es la pela, y además nadie se lo pide nunca, por lo visto, la incompetencia se premia con el cargo vitalicio, seguramente para que haga juego con la Monarquía.

En fin, que no hay que enfadarse mucho porque alguna que otra organización nos clasifique a los alumbreños no residentes en el pueblo, en un apartado denominado “alumbreños foráneos”, cada cual se puede desnudar cómo y cuando quiera.

En palabras de Groucho Marx “No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo”

1 comentario:

  1. Ruego disculpas a todos los lectores que pusieron un comentario en mi blg, pero quiero aclarar que no he sido yo el responsable de su eliminación, sino de la API de Gogle + que ha dejado de estar disponible y que no me ha dado opción de mantenerlos o recuperarlos. Gracias por vuestra comprensión.

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