Desde
el verano de 2016, el monumento a todos
los protagonistas del fútbol alumbreño que hay en El Secante está desmantelado,
es decir le faltan las dos placas de metacrilato y el balón que llevaba en lo
alto, y por más que se reclama su restauración parece que a nadie le importa nada más que a mi.
El Monumento el día de su inauguración el 4 de enero
de 2009. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Sé que en esta época de feroz materialismo hay
mucha gente que pasa ampliamente de las cosas de carácter emotivo y sensiblero,
pero es que, por suerte, no todos somos iguales, y hay quienes sentimos
verdadera debilidad por algunas de esas pequeñas cosas que otros desprecian o
simplemente ignoran.
No tengo ninguna intención de
polemizar, pero resulta extraño que esté desnudo durante tanto tiempo, y el
caso es que he preguntado varias veces a otros miembros de la directiva de la
SFC Minerva por si sabían algo, pero siempre he obtenido la misma respuesta ¡no
sé nada!
Evidentemente alguien debe de saber
algo, el Ayuntamiento, la Junta vecinal y/o el gestor (hasta el pasado mes de
octubre era Fulgencio Andreu Reverte).
Antes que nada lo digo yo, por
supuesto que me importa, y por supuesto que estoy muy interesado en saber qué pasa
con el monumento, posiblemente sea el que más interés tenga y creo que no me
faltan razones.
1º.- Porque forma parte del
mobiliario de las instalaciones deportivas y los gestores tienen la obligación
de cuidar y conservar todos y cada uno de los elementos que contienen, pues no
es de propiedad particular sino que pertenece al pueblo.
2º.- Porque durante los preparativos del
Centenario del Fútbol en Alumbres, en 2008, fui yo quien en una reunión de la
directiva, presentó el proyecto de monolito, con la sana intención de
homenajear a todos los protagonistas del fútbol alumbreño de todos los tiempos,
y además, como la compra de un balón de piedra, granito o mármol, resultaba muy
caro, fui yo quien se encargó de hacer dos balones, uno de cemento y otro de
escayola, los cuales pinté en mi casa en la Navidad de 2008. También realicé un
listado con los nombres de los equipos de Alumbres de todos los tiempos, además
de un sencillo poema para el caso, que luego se grabaron en metacrilato, o
material parecido.
Balón de escayola fabricado en mi casa en la Navidad de 2008. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Como es natural, colaboré también en la
construcción de la obra de albañilería, junto a Manolo Tortosa Martínez “el
Chaparro” y algún otro compañero más.
Aquí pasa como en tantos otros casos de
esta indeseable época, que unos hacen el trabajo y otros se lo apropian.
Por lo tanto, creo que se justifica
suficientemente el interés que pongo en este asunto, pero sobre todo, lo que
más me motiva, es que esa obra la planifiqué con mucho entusiasmo y cariño, y
quiero que perdure y se mantenga en condiciones para que los aficionados al
fútbol de las generaciones más recientes y venideras, sepan que el fútbol en
Alumbres es más que centenario, y que también aquí, aunque más modestamente que
en otros lugares, se recuerda a todos los futbolistas.
A ver si ahora hay alguien que me
explique qué está pasando con el monolito y se le devuelve su dignidad.
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