jueves, 30 de junio de 2016

FUNDACIÓN DE LA CRUZ ROJA DE ALUMBRES (1ª PARTE)

            La fundación de la Cruz Roja de Alumbres tuvo como precedente un trágico accidente laboral que costó la vida de 9 personas y que puso de relieve las deficiencias que el pueblo padecía, porque estaba totalmente abandonado por las autoridades políticas del municipio. Sin duda alguna, la mejoría que obtuvo el pueblo lo había pagado ya con un precio muy alto.
Foto: Proyecto Carmesí
        El día 30 de marzo de 1926, a poco más de la una de la tarde, se producía una tremenda explosión en la fábrica de Unión Española de Explosivos de Alumbres (Garrabino) que se pudo escuchar en toda la sierra minera.

       Al lugar de la explosión se personaron numerosos alumbreños, hombres, mujeres y niños ofreciendo su colaboración en lo que pudiera hacer falta- aunque no pudieron pasar al recinto de la fábrica por estar prohibido- entre los que se encontraba el médico del pueblo que de inmediato se dedicó a auxiliar en lo posible a las víctimas del trágico accidente.

           También hay que destacar la benéfica labor de la Cruz Roja de La Unión, El Llano del Beal y Cartagena que de inmediato se pusieron en camino hacia Garrabino y antes de media hora ya estaban allí asistiendo a los heridos, rescatando de los escombros a las víctimas, y trasladándolas al hospital de la Caridad de La Unión.

El efecto de la explosión era impresionante, donde estaba el taller de lavado de nitroglicerina sólo había un tremendo socavón humeante y entre los escombros algunas víctimas. La onda expansiva también acabó con todos los cristales de la fábrica y con las cubiertas de los demás edificios.
Explosión en Garrabino 30-3-1926 Foto: Casaú
En este accidente murieron 9 trabajadores y resultaron heridos 6 hombres y 5 mujeres.
            Las víctimas mortales del fatal accidente fueron: Emilio Grossi; José Aranda Hernández; José Palazón Nicolás; José Legal; Juan Hernández (hijo); Pedro Fuentes; José Conesa Pedreño; Pedro García Conesa; Juan Martínez.

            En aquellos cutres años de la dictadura de Primo de Rivera, Alumbres, era un pueblito más de la sierra minera, y los políticos sólo aparecían por aquí cuando sucedía alguna desgracia colectiva o en campaña electoral, por eso no es de extrañar que a los caciques y su coro de palmeros los veamos dirigiendo todo tipo de organizaciones, y las benéficas eran muy importantes para hacer carrera política y para que no se escapara nada a su control y llegado el caso, estar en el lugar oportuno en el momento oportuno, y cada vez que realizaban una mejora en el pueblo, por pequeña que fuese, allí se montaba el día de Acción de Gracias y de discursos políticos correspondiente ¿No sé porqué me sale esta frase, ahora que no hablo de los políticos de la actualidad? ¿Será porque la falta de escrúpulos y el oportunismo de los políticos de aquélla época se manifestaba de la misma manera que la podredumbre institucional y política actual?  Quizás.

El caso es que, de resultas del trágico accidente de Garrabino se generó un torbellino de declaraciones que duró varios días en la periódicos de la época, en las que se trataba sin rubor el afán de protagonismo de unos y otros personajes de la farándula, incluso el alcalde de Cartagena, Alfonso Torres, se dignó visitar el pueblo, prometiendo la realización de diversas reparaciones de calles, rambla, puente, iglesia, etc., etc., ya que su situación era caótica, producto del total abandono, además de la habilitación de una vivienda del pueblo como Casa de Socorro que estaría a cargo de la Cruz Roja, ya que el pueblo carecía incluso de farmacia.
Garrabino 1926. Foto: Casaú
            El día 7 de noviembre de 1926, en el tren de las dos y media de la tarde llegaron a la estación de Alumbres diversas autoridades militares, religiosas y de la Cruz Roja de la ciudad portuaria, así como varios miembros de la Cruz Roja de La Unión y del Llano del Beal, y allí les esperaban, el párroco del pueblo Sr. Fernández Cano, el médico Sr. Luciano Estrada, así como otras personalidades. También esperaban allí la Sección Ciclista de la Cruz Roja de Cartagena.

Desde la estación se dirigieron todos a la casa del Sr. Estrada que era donde debía de celebrarse la reunión que iba a presidir el Arcipreste D. Pedro Gambín Pérez, acompañado por los Sres. Fernández Cano y Luciano Estrada.

            Después de los discursos protocolarios de rigor, se iba a fundar La Cruz Roja de Alumbres, la cual estaría dirigida por la Junta Directiva que se nombró al efecto: Presidente: D. Luciano Estrada Maureso (médico del lugar); Vicepresidente: D. Juan José Fernández Cano (cura párroco); Secretario: D. José Martínez Madrid; Tesorero: D. Andrés Martínez Cao; Contador: D. Antonio Ruiz Laguna; Vocales: D. Francisco Maruenda; D. José Hernández Ojados; D. Francisco Pérez Vidal; D. Fernando Raja Hernández; D. Lorenzo Pérez; D. Pedro Caparrós Galindo; D. Ángel García; D. Antonio Maciá Sánchez; Ambulancia. Practicante: D. Amalio Martínez; Auxiliar: D. Vicente Samper; Oficial: D. Pascual Martínez; Sargento: D. Ginés Morales; Cabo: D. Juan Conesa; Camilleros: 16 personas (cuyos nombres no menciona la prensa de la época).
         Terminado el acto, el Sr. Estrada invitó a los presentes con dulces y licores, y después marcharon a visitar el local donde se iba a instalar la Casa de Socorro a cargo de la Cruz Roja de Alumbres y que se pensaba ubicar en la Plaza del Dr. Estrada, recientemente bautizada como tal.

            Posteriormente, el día 19 de noviembre, la prensa publica una nota en la que la Reina Victoria Eugenia de Battenberg, ratificaba el nombramiento de Luciano Estrada Maureso como presidente de la Cruz Roja de Alumbres.

            No obstante, la toma de posesión de la Nueva Junta Local de la Cruz Roja de Alumbres, se llevaría a cabo el 23 de enero de 1927, durante un acto protocolario realizado en la casa del Dr. Estrada y al que nuevamente asistieron diversas personalidades de la Cruz Roja.
Local propiedad de la Cruz Roja en plaza Dr. Estrada. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Finalmente el día 3 de julio de 1927 se inauguraba la Casa de Socorro de Alumbres, con presencia de personalidades de la Cruz Roja de Cartagena, La Unión y Llano del Beal, y autoridades civiles, políticas, militares y religiosas de la ciudad departamental y del pueblo, nuevamente en un acto solemne, donde cada una de las personalidades de la mesa dedicó un discurso cargado de emoción y buenas intenciones a los presentes.
          Como siempre que se celebraba algo en aquellos tiempos, no faltó a la cita una banda de música haciendo sonar los acordes de La Marcha Real y otras piezas de igual naturaleza.
            El local de la Cruz Roja fue bendecido, como era de obligado cumplimiento en la época, por el Arcipreste Pedro Gambín, auxiliado por el párroco del pueblo Juan José Fernández Cano.

Fuentes

Libros
-Miguel Ángel López Morel. 100 años de la Cruz Roja en La Unión.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres algunas historias pendientes.

Documentos
-Notaria de La Unión. Nota simple informativa.
-Actas Junta Vecinal.

Prensa
-Archivo Municipal de Cartagena. Cartagena Nueva.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Porvenir.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Eco de Cartagena.
-Archivo Municipal de Cartagena. La Tierra.
-ABC.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández.
-Proyecto Carmesí.
-100 años de la Cruz Roja en La Unión.

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